Un joven de 22 años fue asesinado a tiros en Morón mientras caminaba por la vereda. La investigación apunta a una disputa narco como posible móvil del crimen, generando indignación y protestas vecinales.
El trágico asesinato de Franco Vera, de 22 años, en la localidad bonaerense de Morón, ha conmocionado a la comunidad y puesto en evidencia la problemática de la violencia narco en la zona. El joven fue atacado a tiros la noche del 3 de enero de 2025 mientras se dirigía a su casa por la calle Santa Catalina, casi esquina Humahuaca. Videos de seguridad muestran al agresor, identificado como Patricio C. de 24 años, disparando varias veces contra Franco sin mediar palabra. Un disparo impactó en la cabeza de la víctima, causándole la muerte instantáneamente. El agresor escapó tranquilamente del lugar y permanece prófugo.
La investigación, a cargo de la fiscal Valeria Courtade de la UFI Nº3 de Morón, apunta a una presunta disputa narco como móvil del crimen. El agresor habría ingresado minutos antes a un domicilio cercano, conocido en el barrio como un punto de venta de droga, pateando la puerta y disparando al aire. Aunque Franco no parecía tener relación con el presunto búnker, se convirtió en víctima colateral de la violencia desatada.
La indignación vecinal ante el asesinato y la falta de presencia policial ante denuncias previas de venta de drogas en la zona, provocó violentas protestas. Tras el crimen, vecinos incendiaron el presunto búnker narco, desatando enfrentamientos con la Policía Bonaerense que intervino para controlar la situación. Nuevos enfrentamientos se registraron a la mañana siguiente, con vecinos arrojando piedras a los efectivos policiales, que respondieron con balas de goma. Los reclamos de "No más pibes muertos ni transas" resonaron en las calles, reflejando la desesperación y el miedo de la comunidad.
Testimonios de amigos y familiares de Franco pintan un retrato de un joven alegre y compañero, víctima inocente de la violencia desatada en su barrio. "Franco era muy compañero, una luz", comentó una amiga, mientras que un tío describió la situación como un tiroteo sin intercambio previo, donde cualquiera que pasara por el lugar corría peligro. "Montón de denuncias hicimos, pero nadie venía", lamentó el familiar, resaltando la falta de respuesta policial ante las alertas previas sobre la actividad narco en la zona. La falta de seguridad y la impunidad percibida por los vecinos agravan el impacto del crimen y demandan una respuesta contundente de las autoridades.
Este trágico evento no solo evidencia la gravedad de la problemática del narcotráfico en Argentina, sino también la urgente necesidad de implementar estrategias de seguridad efectivas y una mayor presencia policial en las zonas vulnerables para proteger a los ciudadanos inocentes que se ven afectados por la violencia.