El asesinato de Franco Vera en Morón, Argentina, desató la furia de los vecinos contra el narcotráfico que opera en la zona. Infobae explora la investigación de la Policía Bonaerense, las fallas en la respuesta policial y la creciente tensión social.
El asesinato a tiros de Franco Vera, de 22 años, en Morón, Argentina, el pasado 3 de enero de 2025, ha sacudido a la comunidad y ha puesto en evidencia la problemática del narcotráfico en el barrio. Vera fue asesinado al quedar en medio de un ataque a un kiosco que, según investigaciones, funcionaba como un búnker de drogas. Este hecho, lejos de ser aislado, destapó una olla a presión de indignación vecinal y cuestionamientos a la respuesta de las autoridades.
La investigación de la Policía Bonaerense llevaba semanas en curso, con tareas encubiertas para desmantelar la red de narcotráfico que operaba en la calle Santa Catalina al 800. El 6 de diciembre de 2024, tres días después de recibir la denuncia inicial sobre la venta de estupefacientes en la vivienda, se realizó una verificación. Trece días después, se llevaron a cabo filmaciones encubiertas de las actividades ilegales. El 23 de diciembre, se identificó a uno de los principales involucrados, conocido como “El Vaquero Gerardo”, aunque la investigación continuaba para identificar al resto de la banda.
Sin embargo, la respuesta policial se vio cuestionada por la demora en la intervención efectiva. Un allanamiento al búnker estaba programado para el lunes siguiente al crimen, según fuentes policiales. Esta demora provocó la ira de los vecinos, quienes reclamaron una respuesta más pronta y efectiva ante la problemática de la droga en su barrio. Tras el asesinato, varios vecinos llegaron hasta el kiosco y lo prendieron fuego en señal de protesta.
El tío de la víctima, Daniel, expresó su frustración y miedo por la falta de acción policial ante denuncias previas. Mencionó repetidos incidentes con disparos en la zona y la ineficacia de las llamadas a la policía. Según su testimonio, Franco Vera fue asesinado a traición por Patricio C., quien momentos antes había irrumpido en otra vivienda de la cuadra disparando al aire. Las filmaciones del crimen corroboran esta versión.
El caso de Franco Vera no solo representa una tragedia individual, sino que refleja la falta de seguridad y la creciente preocupación por el narcotráfico en Morón. La investigación policial en curso deberá esclarecer los hechos, identificar y detener a los responsables, pero también se exige una revisión de los protocolos de seguridad y una respuesta más eficiente ante las denuncias de los vecinos. La tensión social generada por este suceso y la creciente impunidad de los grupos criminales demandan una intervención contundente de las autoridades para garantizar la seguridad de la población.