El fichaje de Lucas Alario por Estudiantes de La Plata marca un nuevo hito en la estrategia del club, que continúa apostando fuerte en el mercado de pases gracias a la inversión del grupo inversor liderado por Foster Gillett. Analizamos el impacto del delantero y las implicaciones para el club en la próxima temporada.
Estudiantes de La Plata ha vuelto a sorprender al mundo del fútbol argentino con el fichaje de Lucas Alario. La llegada del experimentado delantero, procedente del Inter de Brasil, representa un nuevo golpe de efecto en el mercado de pases, consolidando la ambiciosa estrategia del club platense respaldada por la inyección económica del grupo inversor liderado por el empresario estadounidense Foster Gillett. Alario firmará un contrato hasta diciembre de 2026, uniéndose a Cristian Medina, otro refuerzo de renombre que llegó al club gracias a la misma inversión.
Si bien los detalles económicos de la operación aún no se han hecho públicos, se sabe que la negociación con el Inter de Brasil incluyó la resolución de algunos aspectos burocráticos relacionados con un porcentaje que correspondía al Eintracht Frankfurt, club alemán donde Alario jugó previamente. La decisión del delantero de 32 años de regresar a Argentina para vestir la camiseta del Pincha se dio tras descartar otras propuestas, entre ellas, las de Nacional de Uruguay y Olimpia de Paraguay, lo que evidencia la atractiva propuesta que Estudiantes le presentó.
El arribo de Alario se encuadra dentro del ambicioso proyecto deportivo de Estudiantes. La decisión fue impulsada por el presidente Juan Sebastián Verón, quien tuvo el visto bueno del entrenador Eduardo Domínguez. Se espera que Alario se incorpore a los entrenamientos en City Bell el 6 de enero. Su llegada fortalece notablemente la delantera del equipo, de cara a una temporada que se presenta intensa y con desafíos importantes.
La confirmación de Alario se suma al impacto generado por la llegada de Cristian Medina, procedente de Boca Juniors. Medina, cuyo pase fue facilitado por la inversión de Gillett, se unirá a Estudiantes durante seis meses antes de su posible traspaso a Europa. Este movimiento, que generó cierta controversia por la salida del jugador de Boca, es una clara muestra de la capacidad financiera del nuevo esquema de inversión del club.
El éxito de estas incorporaciones se relaciona directamente con la visión de Juan Sebastián Verón y la inyección de capital del grupo inversor de Foster Gillett. Verón, conocido por su postura independiente en el fútbol argentino, ha demostrado su capacidad para atraer jugadores de renombre y conformar un equipo competitivo. La asociación con Gillett ha abierto las puertas a un nuevo modelo de gestión, con una ambición clara por competir al máximo nivel. Las frases desafiantes de Verón tras los fichajes, como "Recién empezamos", anticipan una estrategia a largo plazo para potenciar al club.
La llegada de Alario y Medina, junto con la inversión de Gillett, posiciona a Estudiantes como uno de los clubes más activos y con mayor proyección en el fútbol argentino. Con la Copa Libertadores, la Copa Argentina y las competencias locales en su horizonte, el Pincha apunta a ser un protagonista indiscutido en la temporada 2025, demostrando que la inversión económica, combinada con una buena dirección deportiva, puede generar resultados significativos.