El 30 de diciembre de 2004, la República Cromañón se convirtió en un escenario de horror. Un incendio durante un recital de la banda Callejeros cobró la vida de 194 personas e hirió a más de 1400, dejando una marca imborrable en la historia argentina. A 20 años de esta tragedia, la memoria de las víctimas permanece viva a través de homenajes, movilizaciones y la incansable búsqueda de justicia. Este año, el recuerdo se manifiesta de diversas maneras. El Papa Francisco, en un emotivo encuentro, recibió a Javier Carreño, sobreviviente de Cromañón y autor del libro "Una noche en el infierno", reafirmando el impacto perdurable del evento. Simultáneamente, un festival musical multitudinario, organizado por diversas agrupaciones de víctimas y sobrevivientes como Movimiento Cromañón, Organización Que no se repita, Agrupación Ni Olvido Ni Perdón, y Organización 30 de diciembre, entre otras, se llevará a cabo los días 28 y 29 de diciembre, ofreciendo música, arte y espacios de reflexión. El 30 de diciembre, día del aniversario, las actividades se concentrarán en Plaza de Mayo y culminarán en el Santuario Cromañón. Se realizarán actos conmemorativos, misas interreligiosas, marchas y una radio abierta. El evento contará con una muestra fotográfica y actividades artísticas para mantener viva la memoria de los fallecidos. La tragedia de Cromañón no solo dejó una profunda cicatriz en la sociedad argentina, sino que también impulsó cambios significativos. El juicio posterior a la tragedia condenó a varios responsables, incluyendo al dueño del local, Omar Chabán, y miembros de la banda Callejeros. Sin embargo, la lucha por justicia continúa, con reclamos para que el predio de la ex Cromañón se convierta en un espacio de memoria, un sitio que recuerde permanentemente las responsabilidades políticas y la necesidad de medidas preventivas para evitar nuevas tragedias. Varias instituciones, incluyendo clubes deportivos como River Plate, Vélez y Banfield, realizaron diversas actividades para recordar la tragedia y contribuir en la lucha. La investigación reveló graves falencias en las medidas de seguridad del local, una superpoblación alarmante y la falta de control por parte de las autoridades. Esta combinación de factores desencadenó la tragedia, resaltando la necesidad de una legislación más estricta y un control efectivo de los espacios públicos destinados a eventos masivos. La memoria de Cromañón nos recuerda la importancia de la prevención y la responsabilidad colectiva en la protección de la vida y la seguridad. A 20 años de la tragedia, la lucha por la justicia, la memoria y la prevención continúa. Las movilizaciones y homenajes no son solo un recuerdo, sino un llamado a la reflexión para construir un futuro más seguro y responsable.