La triste noticia conmovió al mundo del cine: Olivia Hussey, la actriz argentina que inmortalizó el papel de Julieta en la aclamada versión de 1968 dirigida por Franco Zeffirelli, murió a los 73 años. Su partida deja un vacío en la industria, pero también un legado de talento y belleza que perdurará por generaciones. Nacida en Buenos Aires el 17 de abril de 1951, Hussey se mudó a Londres a la temprana edad de siete años. Su formación en la prestigiosa Italia Conti Academy of Theatre Arts sentó las bases para una carrera que la llevaría a la cima de Hollywood. A los 15 años, Zeffirelli la descubrió en el escenario y la eligió para encarnar a la inolvidable Julieta, junto a un joven Leonard Whiting como Romeo. La película, un éxito rotundo de crítica y taquilla, fue nominada a los premios Oscar en las categorías de Mejor Película y Mejor Director. Hussey, por su parte, se llevó a casa el Globo de Oro a la Mejor Estrella Nueva, un reconocimiento a su talento innato y su carismática presencia en pantalla. Romeo y Julieta no solo marcó el inicio de una exitosa carrera, sino que también se convirtió en un hito en la historia del cine. La película, con su estética visual impactante y la impecable interpretación de sus protagonistas, trascendió la obra original de Shakespeare y se consagró como una pieza clásica del séptimo arte. Sin embargo, décadas después, Hussey y Whiting demandaron a Paramount Pictures por abuso sexual alegando que la escena de desnudo fue grabada sin su consentimiento pleno cuando eran menores de edad, un caso que generó un profundo debate sobre la explotación de menores en la industria cinematográfica. Si bien la demanda fue desestimada, el hecho puso de relieve una dura realidad en la industria del cine. Tras el éxito de Romeo y Julieta, Hussey continuó trabajando en el cine y la televisión, destacándose en diversos géneros. Su colaboración con Zeffirelli continuó con la épica miniserie Jesús de Nazaret (1977), donde interpretó a la Virgen María. Este papel consolidó su versatilidad y su capacidad para encarnar personajes complejos cargados de simbolismo. Además, demostró su versatilidad en producciones como Muerte en el Nilo, Black Christmas y Psycho IV: The Beginning, entre otras. En años recientes, también incursionó en la actuación de doblaje para videojuegos. Olivia Hussey deja tras de sí un impresionante legado cinematográfico y la imagen imborrable de una Julieta eternamente joven. Más allá de su talento, su vida personal estuvo marcada por momentos de alegría y tristeza, incluyendo una lucha personal contra el cáncer de mama. Pero su espíritu, su dedicación al arte y su belleza innegable, continuarán inspirando a generaciones de actores y cineastas. Su fallecimiento es una pérdida para toda la industria cinematográfica, y su memoria perdurará en la historia del cine.