El Manchester City, el equipo que ha dominado la Premier League en los últimos años, se encuentra sumido en una profunda crisis. Lejos de la brillantez que lo caracterizó, el equipo dirigido por Pep Guardiola ha cosechado apenas una victoria en los últimos 13 partidos. Esta alarmante racha, culminada con un frustrante empate 1-1 ante el Everton en el Etihad Stadium, ha dejado a los “Citizens” fuera de la zona de clasificación a competiciones europeas y ha generado un clima de incertidumbre en el club.
El partido contra el Everton fue un fiel reflejo del mal momento del equipo. A pesar de abrir el marcador con un golazo de Bernardo Silva, el City no supo mantener la ventaja. Iliman Ndiaye empató para los visitantes y, para colmo de males, Erling Haaland, máximo goleador del equipo, falló un penal que hubiera significado el 2-1. La falla del noruego, sumada a la falta de solidez defensiva (28 goles encajados en los últimos 13 partidos), ha puesto en evidencia las fragilidades del equipo.
La crisis no es algo reciente. La derrota ante el Tottenham (1-2) en los octavos de final de la Copa de la Liga el 30 de octubre marcó el comienzo de una larga serie de malos resultados. Le siguieron derrotas consecutivas ante Bournemouth, Sporting Lisboa, Brighton y Tottenham, resultados que empañaron su participación en la Champions League y la Premier League. Si bien un empate 3-3 ante el Feyenoord ofreció una momentánea tregua, la posterior derrota contra Liverpool (0-2) volvió a poner de manifiesto la fragilidad del equipo.
Aunque en diciembre lograron una victoria contra el Nottingham Forest (3-0) y un empate ante Crystal Palace (2-2), la ilusión de una remontada se desvaneció rápidamente con tres nuevas derrotas ante Juventus, Manchester United y Aston Villa. El empate contra el Everton, por lo tanto, es solo el último capítulo de una historia llena de decepciones.
Las declaraciones de Pep Guardiola tras el partido contra el Everton reflejan la preocupación por la situación: "Jugamos muy bien, pero ahora estamos en un período en el que eso es lo que pasa: creamos goles y los concedemos a la primera. Pero bueno, hay que seguir así." Sus palabras, aunque aparentemente optimistas, evidencian la dificultad para encontrar soluciones a los problemas del equipo.
¿Cuáles son las causas de esta crisis? Se pueden señalar varios factores: la falta de contundencia en ataque a pesar de la presencia de Haaland, la fragilidad defensiva y una posible falta de concentración del equipo en momentos clave. También se habla de una posible saturación física y mental de los jugadores tras una temporada intensa. Las lesiones y la competencia por puestos también han jugado un rol importante.
El futuro del Manchester City es incierto. El equipo se enfrenta a una dura tarea para remontar la situación y asegurar un lugar en las competiciones europeas. La presión sobre Pep Guardiola es evidente, aunque su trayectoria y capacidad lo convierten en un candidato a liderar la recuperación. El cierre del año ante el Leicester City y los partidos que vienen contra el West Ham serán cruciales para determinar el rumbo que tomará el equipo en los próximos meses. Se necesita una respuesta inmediata y contundente para evitar que esta crisis se convierta en una catástrofe.