Jenifer de Gran Hermano: Un embarazo marcado por la violencia psicológica

La última eliminada de Gran Hermano, Jenifer Lauría, ha generado una gran controversia tras revelar detalles impactantes sobre su relación con la familia de Ricardo Centurión, padre de su hija. En una entrevista en LAM (América), Jenifer se quebró al hablar de la violencia psicológica que sufrió durante su embarazo, desatando una fuerte respuesta por parte de Mayra, hermana de Centurión. "Sufrí mucho con él y su familia. Sufrí violencia psicológica", afirmó Jenifer, quien detalló las acusaciones infundadas que recibió por parte de la familia del futbolista. Señaló que la acusaron falsamente de trabajar como prostituta durante su embarazo y de que su hija no era de Centurión. "Me querían desgastar a matar, me genera bronca porque inventan cosas", agregó, visiblemente afectada. Jenifer también desmintió la versión de la familia Centurión de que Ricardo la había sacado de una situación difícil. "Yo viví toda la vida en Chingolo y estoy orgullosa de decirlo. Tenía mi trabajo, mi departamento, mi auto… antes de estar con él", explicó, enfatizando su independencia económica y social antes de su relación con el futbolista. Por su parte, Mayra Centurión, en una entrevista con el mismo programa, contraatacó con acusaciones de infidelidad hacia Jenifer durante su embarazo y cuestionó su proceder tras el fallecimiento de su cuñada, Melody. Mayra aseguró que la relación entre la familia y Jenifer fue forzada por el mismo Ricardo Centurión y que nunca la aceptaron, especialmente tras los comentarios de Jenifer sobre Melody. El conflicto entre ambas partes ha escalado rápidamente, con Jenifer negando todas las acusaciones y cerrando la entrevista con fuertes declaraciones hacia Mayra. Las declaraciones han generado un gran debate en las redes sociales, dividiendo las opiniones entre quienes apoyan a Jenifer y quienes cuestionan su versión de los hechos. Este caso destaca la complejidad de las relaciones familiares en el contexto de la fama y el impacto mediático que puede tener en la vida personal de las personas involucradas. La denuncia de violencia psicológica por parte de Jenifer Lauría abre un espacio para la reflexión sobre la importancia de abordar este tipo de situaciones con la sensibilidad que se merece y el impacto que tienen en las mujeres y sus hijos. Las declaraciones de ambas partes dejan abierta la posibilidad de futuras declaraciones y contradeclaraciones, y el caso promete seguir dando de qué hablar en los próximos días.