En las últimas semanas, las redes sociales se han visto inundadas de videos en los que padres de familia incendian los materiales de texto de sus hijos. Este peculiar acto de protesta ha generado una gran polémica y ha sido motivo de debate en diversos sectores de la sociedad. El origen de estos videos radica en el descontento de los padres respecto a los materiales de texto utilizados en las instituciones educativas. Según argumentan, estos materiales no cumplen con los estándares de calidad y no brindan una educación de calidad a sus hijos. Si bien es cierto que es legítimo expresar una opinión y manifestarse en contra de determinadas políticas o decisiones, la forma en la que se lleva a cabo esta protesta ha generado diversas opiniones encontradas. Mientras algunos consideran que es una manera efectiva de hacerse escuchar, otros opinan que se trata de una forma irresponsable de actuar y que no resuelve el problema de fondo. La viralización de estos videos ha generado un debate sobre la educación en nuestro país. Por un lado, se evidencia un malestar generalizado respecto a la calidad de la educación y la falta de recursos en las instituciones educativas. Por otro lado, también se ha cuestionado la forma de manifestarse de estos padres, ya que incitar a la violencia o a la destrucción de bienes materiales no es la mejor manera de resolver los problemas. Es importante destacar que, más allá de las críticas y opiniones encontradas, estos videos han logrado poner en agenda el tema de la educación y generar un debate sobre las políticas educativas. Esto evidencia la importancia de las redes sociales como espacio de expresión y de construcción de opinión pública. En conclusión, los videos de padres de familia incendiando los materiales de texto en las redes sociales han causado un gran impacto en la sociedad. Si bien es cierto que han logrado visibilizar el descontento de los padres respecto a la educación, también ha generado diversas opiniones respecto a la forma de manifestarse. Es necesario buscar vías de diálogo y construcción conjunta para resolver estos problemas, siempre teniendo en cuenta el bienestar de los estudiantes y la calidad de la educación.