El Estadio Louis II de Mónaco fue testigo de un vibrante encuentro entre el AS Mónaco y el Paris Saint-Germain en la jornada 16 de la Ligue 1. Un partido adelantado debido a la Supercopa de Francia que enfrentará a ambos equipos el 5 de enero. El encuentro, que prometía ser un duelo clave en la lucha por el título, no defraudó las expectativas, ofreciendo un espectáculo de goles y emociones fuertes hasta el pitido final. Desde el inicio, se pudo percibir la tensión en el campo. El Mónaco, impulsado por su público, salió con la intención de frenar al poderoso PSG y aprovechar su condición de local, donde el equipo parisino no había ganado desde 2020. Sin embargo, el PSG, con un juego fluido y ofensivo, no tardó en demostrar su superioridad. La primera parte estuvo marcada por una sucesión de acciones emocionantes. Un gol de Doué a los 23 minutos abrió el marcador para el PSG, dando una ventaja inicial al equipo parisino. Sin embargo, el Mónaco no se rindió y demostró su capacidad de reacción con un penal anotado por Ben Seghir a los 52 minutos, tras una mano de Marquinhos dentro del área que originó la expulsión del brasileño. Este gol encendió la llama de la esperanza en el equipo monegasco, que siguió peleando hasta el último minuto. El juego se volvió aún más emocionante en la segunda parte con goles de Embolo (59') que puso al Mónaco en ventaja momentáneamente, y los tantos de Dembélé (63' y 96'), Gonçalo Ramos (82') que cerraron la victoria para el PSG. Un gol de Dembélé (63') tras un rebote en el arquero monegasco marcó la remontada del PSG, y la emoción continuaba al máximo. El partido estuvo matizado por momentos de gran tensión, con una expulsión del entrenador del Mónaco, Adi Hütter (94'), por protestas hacia el árbitro. El encuentro finalizó con un marcador de 2-4 a favor del PSG, un resultado que le otorga una ventaja crucial en la lucha por el campeonato. A pesar de la derrota, el Mónaco demostró un gran desempeño, dejando claro que es un rival difícil de superar, incluso para el potente equipo parisino. El partido fue un claro ejemplo de la competitividad de la Ligue 1, con momentos de alta tensión, goles y estrategias que mantuvieron a los espectadores al borde de sus asientos hasta el final. La victoria del PSG les aleja en la clasificación, pero deja en claro que la lucha por el título aún está lejos de decidirse.