En la historia de los robos famosos, la figura de Miguel Valfierno destaca por su audacia y astucia. Este bon vivant porteño, incapaz de renunciar a su vida lujosa y despilfarradora, urdió un plan para recuperar su fortuna perdida: el robo del mítico lienzo de Leonardo Da Vinci, una de las piezas más valiosas del mundo del arte. Todo comenzó cuando Valfierno conoció a Vincenzo Perugia, un empleado de mantenimiento del museo parisino que custodiaba la obra maestra. La estafa estaba a punto de ponerse en marcha. La dupla llevó a cabo un meticuloso plan en el que Perugia fingía un robo del lienzo "La Gioconda" y sustituía la pintura original por una réplica. Mientras tanto, Valfierno se encargaba de vender la falsa obra a coleccionistas incautos, haciéndoles creer que estaban adquiriendo el auténtico cuadro. El engaño se mantuvo durante años y Valfierno logró acumular una fortuna considerable. Sin embargo, el fraude eventualmente salió a la luz y ambos protagonistas fueron arrestados. Pero lo más sorprendente de este caso es cómo el robo del lienzo de Da Vinci generó una fascinación sin precedentes en el público. El Louvre, donde se encontraba la obra, experimentó un récord de visitantes ansiosos por ver el hueco dejado por el cuadro. El misterio y la curiosidad por este hurto sin perdedores persisten hasta el día de hoy. ¿Qué motivó a Valfierno a cometer tal estafa? ¿Cuánto dinero logró obtener? ¿Existen más réplicas circulando en el mercado del arte? Estas interrogantes siguen sin respuesta, pero el caso de Miguel Valfierno y el robo del lienzo de Leonardo Da Vinci sin duda dejó una marca indeleble en la historia del arte y en la fascinación por los crímenes ingeniosos.