Marisa Paredes: La reina del melodrama y musa de Almodóvar

Comentarios · 38 Puntos de vista

Un recorrido por la extensa y brillante carrera de Marisa Paredes, la inolvidable actriz española que cautivó al mundo con su talento dramático y su colaboración con grandes cineastas como Pedro Almodóvar y Guillermo del Toro.

La triste noticia del fallecimiento de Marisa Paredes a los 78 años conmocionó al mundo del cine. Más allá de ser conocida como una de las “chicas Almodóvar”, su trayectoria fue mucho más extensa y rica, abarcando colaboraciones con directores de renombre internacional y dejando una huella imborrable en el cine español e hispanoamericano. Desde sus humildes comienzos en la Plaza de Santa Ana de Madrid, hija de una portera, Marisa Paredes construyó una carrera sólida y versátil. Descubierta a los 14 años por Fernando Fernán-Gómez, sus primeros pasos en cine y televisión en la década de 1960 la llevaron a participar en producciones como *091 policía al habla* y *Canción de cuna*. Su talento para el drama y su peculiar voz, grave y melodiosa, pronto se hicieron notar. Sin embargo, fue su colaboración con Pedro Almodóvar la que la catapultó a la fama internacional. Su papel como la madre superiora en *Entre tinieblas* marcó el inicio de una fructífera relación que dio lugar a inolvidables interpretaciones en películas como *Tacones lejanos*, donde interpretó a la diva trágica Becky del Páramo; *La flor de mi secreto*, donde dio vida a la escritora en crisis Leo Macías; *Todo sobre mi madre*, donde brilló como la actriz Huma Rojo; y *La piel que habito*, con su enigmática interpretación de Marilia. Estas actuaciones, cargadas de intensidad emocional y un dramatismo magistral, la convirtieron en un icono del cine español y una musa para muchos. Pero la versatilidad de Marisa Paredes trascendió la colaboración con Almodóvar. Trabajó con directores de la talla de Roberto Benigni en *La vida es bella*, Guillermo del Toro en *El espinazo del diablo*, Arturo Ripstein en *El coronel no tiene quien le escriba*, y Manoel de Oliveira, entre otros. Su presencia en el cine mexicano y francés también enriqueció su ya extensa filmografía, que suma más de 120 títulos entre cine y televisión. Su talento no se limitó a la pantalla. Marisa Paredes fue una figura destacada en el teatro, interpretando obras de autores clásicos como Shakespeare, Valle-Inclán y Bergman, demostrando una capacidad camaleónica y una entrega completa a cada uno de sus papeles. Su compromiso social y político también fue innegable; presidió la Academia de Cine Español entre 2000 y 2003, y siempre alzó su voz por las causas en las que creía. En 2018 recibió el Goya de Honor, un merecido reconocimiento a una carrera excepcional que la consagró como una de las actrices más importantes del cine español. Su legado perdurará no solo en sus películas, sino también en la memoria de aquellos que tuvieron el privilegio de conocerla, admirar su talento y su inconfundible personalidad. Su muerte deja un vacío en la industria cinematográfica, pero su obra permanecerá como un testimonio de su talento, su pasión y su profundo compromiso con el arte. Marisa Paredes, la reina del melodrama, la musa de Almodóvar, una leyenda del cine español, vivirá para siempre en la memoria colectiva.
Comentarios