En un partido vibrante y lleno de emociones, el Club América se coronó como el primer tricampeón de la Liga MX en la era de los torneos cortos, tras vencer a Rayados de Monterrey con un marcador final de 2-3 en un encuentro que se disputó en el Estadio BBVA el 15 de diciembre de 2024.
La victoria no solo significó el título número 16 para las Águilas, sino que también marcó un hito en la historia del fútbol mexicano. Nunca antes un equipo había logrado tal hazaña en el formato de torneos cortos, superando así la marca establecida en la época de los torneos largos. Este triunfo representa un triunfo contundente para el América, que domina de forma absoluta el fútbol mexicano.
El partido fue un espectáculo desde el inicio. A pesar de jugar en el estadio de su rival, el América mostró un dominio aplastante desde los primeros minutos. La estrategia implementada por el técnico André Jardine resultó ser efectiva, neutralizando el juego de Rayados y explotando las debilidades defensivas del equipo regiomontano. Los goles del América reflejaron la superioridad del equipo, con una combinación de jugadas individuales brillantes y trabajo colectivo impecable.
Aunque Rayados intentó reaccionar, la defensa del América, liderada por figuras clave, se mostró sólida e impenetrable en la mayoría de las ocasiones. La efectividad en el ataque y la solidez defensiva fueron las claves de la victoria. La euforia en las gradas del BBVA se tornó en un mar de tristeza para los aficionados rayados, mientras que la fiesta americanista invadió el terreno de juego tras el silbatazo final.
El triunfo del América no solo se debe al talento individual de sus jugadores, como Henry Martín, quien fue pieza clave en la delantera, sino también a la cohesión del equipo y la visión estratégica de su cuerpo técnico. El trabajo en equipo, la disciplina y la determinación fueron ingredientes fundamentales para lograr este histórico tricampeonato.
La celebración fue masiva. Los jugadores, el cuerpo técnico y los aficionados se unieron en una sola voz para celebrar este logro inolvidable. El título no solo representa un triunfo deportivo, sino también un símbolo de la pasión y el compromiso que caracterizan a la afición americanista.
Después del partido, el entrenador André Jardine expresó su satisfacción por el resultado y agradeció el apoyo de los aficionados. Los jugadores, por su parte, destacaron la importancia del trabajo en equipo y la confianza en sus propias capacidades para alcanzar este objetivo tan ambicioso. Este triunfo quedará grabado en la memoria de todos los aficionados del América como uno de los momentos más gloriosos de su historia.
Este tricampeonato consolida al América como el equipo más dominante de la Liga MX en los últimos años, abriendo una nueva etapa de éxitos y consolidando su leyenda dentro del fútbol mexicano.