El año futbolístico 2024 culminó para Belgrano con una amarga derrota ante Rosario Central (2-1), dejando al club cordobés con las manos vacías y un profundo sabor a decepción. El equipo, que inició la temporada con altas expectativas, no logró alcanzar los 50 puntos y finalizó el año con un rendimiento por debajo de lo esperado, dejando una serie de interrogantes sobre el futuro. **Un final anunciado:** La falta de objetivos claros en las últimas jornadas reflejó un final de temporada previsible. La ausencia de una lucha por la clasificación a copas internacionales y la falta de motivación en la cancha demostraron que el equipo se encontraba en una etapa de transición marcada por la incertidumbre. La dirección técnica, con un entrenador cuestionado y en medio de conflictos internos, no logró revertir la situación. El plantel, con jugadores a punto de finalizar sus contratos y otros con un futuro incierto, tampoco respondió a las expectativas. **Pasado, presente y futuro: un análisis crítico:** El análisis de la temporada debe ser exhaustivo, abarcando la gestión directiva, la dirección técnica y el desempeño del plantel. El presidente Luis Artime mantuvo su apoyo al técnico Juan Real, a pesar de los malos resultados y las tensiones internas, lo cual generó controversias. La etapa de transición, iniciada hace semanas, aún no ha definido un rumbo claro para el 2025. Esta falta de decisión genera preocupación, ya que la planificación para la próxima temporada puede verse comprometida. La directiva sabe que una planificación deficiente podría hipotecar el éxito del equipo en el año entrante, similar a lo ocurrido en 2024. El plantel se fue de vacaciones tras la derrota, un período de descanso necesario para la reflexión y la autocrítica. El regreso a los entrenamientos el 2 de enero será crucial para redefinir objetivos y estrategias. Se vislumbran cambios significativos en el equipo, con la salida de jugadores y la necesidad de incorporar refuerzos en la línea defensiva, un área que mostró importantes deficiencias a lo largo de la temporada. **El desafío de la reconstrucción:** El equipo necesita refuerzos defensivos, especialmente laterales y centrales. El perfil del próximo entrenador parece estar definido: Fabián Bustos emerge como el candidato más probable, con un estilo de juego similar al de Juan Cruz Real, basado en una línea de tres defensores, volantes con movilidad y una alta presión en campo contrario. La tarea de reconstruir el equipo para la temporada 2025 es un desafío de gran envergadura que requiere decisiones firmes y una planificación estratégica. El objetivo fundamental es evitar repetir los errores del año 2024 y recuperar el rumbo competitivo del club. **Conclusión:** Belgrano cerró el año con un sabor amargo. La decepcionante temporada dejó al descubierto fallas en la planificación, en la dirección técnica y en el rendimiento del plantel. El camino hacia la recuperación exige una profunda autocrítica, decisiones estratégicas en el mercado de pases y una elección acertada del entrenador. El reto es claro: construir un equipo competitivo para la temporada 2025 que pueda aspirar a mejores resultados y dejar atrás un año lleno de frustraciones.