El partido entre Udinese y Napoli en la Serie A, disputado en el Bluenergy Stadium-Stadio Friuli, estuvo repleto de emociones y giros inesperados. Udinese comenzó dominando y se adelantó en el marcador con un gol de Florian Thauvin al minuto 22. Sin embargo, la reacción del Napoli fue contundente en la segunda mitad. Scott McTominay asistió magistralmente a Romelu Lukaku para el empate 1-1 al minuto 50. Pero el momento crucial llegó al minuto 76, cuando David Neres, tras una brillante jugada individual, disparó al arco. El remate fue interceptado, pero Neres recuperó la pelota y volvió a disparar. En este segundo intento, el balón impactó en Lautaro Giannetti, quien, en un desafortunado giro del destino, desvió el esférico hacia su propia portería, marcando un autogol que puso al Napoli 2-1 arriba. Este gol en contra, un golpe de suerte para el equipo visitante, cambió por completo el rumbo del partido. Udinese, que hasta ese momento había mantenido el control, se vio afectado moralmente y su juego se desmoronó. Poco después, Frank Anguissa selló la victoria del Napoli con el 3-1, un resultado que refleja el impacto del autogol de Giannetti. La victoria del Napoli, gracias en parte a la desafortunada acción de Giannetti, los afianzó en la tabla de posiciones, mientras que Udinese sufrió un duro golpe que los alejó de los puestos altos. El partido destaca la importancia de los momentos cruciales y cómo un pequeño error puede decidir el resultado de un encuentro de alto nivel. El autogol de Giannetti quedará en la memoria de los aficionados como uno de esos momentos que definen un partido.