La streamer argentina Milica sufrió un violento robo en plena transmisión en vivo. El incidente, capturado en video, ha generado un debate sobre la seguridad de los creadores de contenido y la creciente inseguridad urbana.
La streamer argentina Micaela Ybañez, conocida como Milica, se convirtió inesperadamente en noticia tras sufrir un violento robo mientras realizaba una transmisión en vivo desde su automóvil en el barrio de Balvanera, Buenos Aires. El incidente, filmado y compartido en sus redes sociales, muestra la cruda realidad de la inseguridad urbana y los riesgos que enfrentan los creadores de contenido digital en su día a día.
El video, que rápidamente se volvió viral, muestra a Milica y a Nico Acosta, manager de Sergio Maravilla Martínez, conversando dentro del vehículo cuando un motochorro se acerca por detrás. Con una velocidad impactante, el delincuente, acompañado de un cómplice, rompe el vidrio de la ventanilla del acompañante y le arrebata el teléfono celular que estaba sobre el tablero. Todo el incidente ocurre en cuestión de segundos, antes de que el ladrón escape sin percatarse de que estaba siendo grabado.
Tras el susto, Milica, quien cuenta con más de medio millón de seguidores en X (antes Twitter) y un millón en Instagram, recurrió a sus redes para tranquilizar a sus fans. Informó sobre su bienestar, aunque con algunas cortaduras menores producto de los vidrios rotos. También mencionó que se dirigían a un taller para reparar el vehículo.
Lo irónico es que, horas antes del incidente, Milica había anunciado en Instagram su primer "IRL" (In Real Life) en Argentina, donde planeaba mostrar sus compras navideñas a sus seguidores a través de Twitch. Este evento en vivo, que prometía un encuentro cercano con sus fans, terminó en un incidente violento que expuso la vulnerabilidad de los streamers, incluso cuando se encuentran en espacios públicos.
La Policía de la Ciudad confirmó que Milica no presentó una denuncia formal por el robo. Este hecho llama la atención sobre las dificultades que enfrentan las víctimas de delitos menores a la hora de denunciar, y la falta de percepción de riesgo en algunos casos.
El video del asalto desató un intenso debate en redes sociales sobre la seguridad de los influencers y la creciente inseguridad en las ciudades. Muchos cuestionaron la decisión de Milica de realizar una transmisión en vivo en una zona potencialmente peligrosa, mientras otros destacaron la necesidad de una mayor presencia policial y medidas preventivas para proteger a la comunidad. La viralización del video también sirvió como un crudo recordatorio de la realidad que enfrentan muchas personas diariamente en zonas urbanas de alta inseguridad.
El caso de Milica sirve como un ejemplo de los riesgos que conlleva la creación de contenido en tiempo real, especialmente cuando se expone la ubicación geográfica. Es una llamada de atención para que los creadores de contenido sean conscientes de su entorno y tomen las medidas de seguridad necesarias para protegerse a sí mismos y sus pertenencias. A su vez, pone de manifiesto la necesidad de abordar el problema de la inseguridad urbana de manera integral, para que incidentes como este sean menos frecuentes.