Más allá de la cancha, la amistad entre Rodrigo De Paul y Giovani Lo Celso florece. Un emotivo reencuentro en España, sellado con una carta escrita en una servilleta, revela la profunda conexión entre estos dos pilares de la Selección Argentina.
La camaradería en la Selección Argentina trasciende las fronteras del campo de juego. Rodrigo De Paul y Giovani Lo Celso, dos piezas clave del mediocampo albiceleste, demuestran una amistad genuina que va más allá del fútbol profesional. Su reciente reencuentro en España, donde ambos juegan para clubes distintos (De Paul en el Atlético de Madrid y Lo Celso en el Real Betis), se convirtió en noticia gracias a un gesto conmovedor: una carta escrita por De Paul para Lo Celso en una servilleta, una imagen que se viralizó rápidamente en redes sociales.
El mensaje, simple pero cargado de afecto, decía: "Qué lindo es compartir los momentos y la vida con vos! Te amo amigo. El Monkey", firmado por el "Motorcito". La respuesta de Lo Celso en sus historias de Instagram fue igualmente emotiva: "Yo también, goleador". Este intercambio público no es una excepción en su relación. A lo largo de sus carreras, ambos futbolistas se han dedicado mutuamente palabras de apoyo y admiración, consolidando una hermandad que se extiende más allá del ámbito profesional.
Su amistad se forjó en los años compartiendo la camiseta albiceleste, y se fortaleció en momentos cruciales, como la ausencia de Lo Celso en el Mundial de Qatar 2022 debido a una lesión. El desprendimiento del bíceps femoral de la pierna derecha del rosarino lo dejó fuera de la Copa del Mundo, un golpe duro para él y para el equipo. En ese momento, el apoyo incondicional de De Paul fue fundamental para Lo Celso. La ausencia de Giovani en Qatar no impidió que su contribución se sintiera en el equipo, ya que su presencia siempre animó al resto de los jugadores.
La victoria de la Copa América 2024 fue otro punto de inflexión en su relación. Una asistencia magistral de Lo Celso a Lautaro Martínez en la final selló el triunfo de Argentina, y De Paul no dudó en expresar su gratitud y admiración en redes sociales: "La asistencia de tu vida, de la nuestra. Masticaste veneno, sufriste en silencio y hoy frotaste la lámpara para que le lleve la copa a todo un país. Te amo", escribió. Lo Celso respondió con igual fervor, reconociendo la importancia de la amistad en momentos difíciles y celebrando juntos los éxitos.
La carta en la servilleta es un simple pero potente símbolo de la amistad que comparten De Paul y Lo Celso. Un gesto sencillo que refleja una relación genuina, basada en el respeto, el apoyo mutuo y la comprensión. Más allá de los goles, los títulos y la fama, su hermandad es un recordatorio de que la verdadera conexión humana trasciende el mundo del fútbol profesional, demostrando que la lealtad y el cariño pueden fortalecerse aún en la distancia y la competitividad. Su historia sirve como un ejemplo inspirador para los aficionados al fútbol y para cualquiera que valora el poder de la amistad verdadera.