El último programa de Susana Giménez en 2024 quedará grabado en la memoria de los televidentes como un cierre de temporada emotivo y lleno de sorpresas. Pero sin duda, el momento más destacado fue la entrevista de la diva con su propio personaje de “La Mary”, recreada mediante Inteligencia Artificial. Este encuentro único permitió a Susana dialogar con su yo de 30 años, ofreciendo una perspectiva íntima y reflexiva sobre su vida y trayectoria.
La entrevista, cargada de preguntas sencillas y otras más profundas, exploró diferentes facetas de la vida de Susana. Preguntas sobre su transición al rubio, su encuentro (o no) con Rita Hayworth, dieron paso a reflexiones más introspectivas. Ante la pregunta “¿Si pudieras volver al tiempo atrás, cambiarías algo?”, la respuesta de Susana fue contundente: “Nunca cambiaría ni un minuto de mi vida”. Sin embargo, inmediatamente matizó su respuesta, reconociendo que quizás habría abordado algunas situaciones de manera diferente.
Uno de los momentos más conmovedores fue cuando Susana, interpretando a su yo actual, habló sobre la pérdida de su madre. Con una sinceridad que conmovió a la audiencia, admitió: “Lo que más extraño es a mamá. A mi madre. Es lo que más extraño. Un hombre no me interesa”. Esta confesión reveló la profundidad del lazo familiar y el peso de la ausencia de un ser querido. También se refirió a su relación con su madre, reconociendo que en su juventud no la valoró tanto como hubiese querido y que se arrepentía de algunas de las formas de encarar sus conflictos.
La entrevista con La Mary no se limitó a reflexiones melancólicas. Susana también se permitió el humor y la autocrítica, con comentarios irónicos sobre sus relaciones amorosas, incluyendo una frase punzante sobre su millonario divorcio: “Algún hombre me robó, pero amparado por la ley”. También ofreció consejos a su “yo joven”, aconsejándole sobre el amor y el matrimonio.
La tecnología de la Inteligencia Artificial jugó un papel crucial en hacer posible esta entrevista única. La recreación de la Susana de 30 años fue asombrosamente realista, añadiendo un toque de magia a este emotivo encuentro. La entrevista culminó con Susana sentada en su escritorio, visiblemente conmovida por la experiencia, confesando que la entrevista le había tocado el corazón.
En conclusión, la entrevista de Susana Giménez consigo misma fue mucho más que un simple entretenimiento. Fue un viaje al pasado, una reflexión sobre la vida, y una demostración de la vulnerabilidad y la honestidad de una diva que, a pesar de sus éxitos, ha experimentado las mismas alegrías y tristezas que cualquier persona. El uso de la Inteligencia Artificial añadió un elemento innovador, permitiendo una conversación única e íntima que resonó profundamente con la audiencia.