Candela Salazar, una influencer cordobesa de 27 años, se ha convertido en noticia por su detención en el Aeropuerto Internacional de Córdoba, mientras se preparaba para abordar un vuelo a Buenos Aires. La joven, con más de 21.000 seguidores entre Instagram y TikTok, es acusada de "estafas reiteradas" junto a Nicolás Gionco, su supuesto cómplice. Las denuncias en su contra, que ascienden a cuatro hasta el momento, se remontan al año 2022 y están relacionadas con una supuesta estafa piramidal basada en inversiones con la promesa de intereses mensuales en dólares, alrededor del 10% o 12%. El perjuicio económico para las víctimas se estima en US$22.900, una cifra que podría aumentar a medida que se investigan nuevos casos. Salazar cultivaba en sus redes sociales una imagen de éxito y opulencia, presentándose como una "nómada digital" y promocionando cursos de marketing digital y monetización de redes sociales. Sus publicaciones mostraban una vida de lujo, con viajes a destinos internacionales como Venezuela, México, Brasil, España, Marruecos, Inglaterra, Estados Unidos y Colombia. Esta imagen, combinada con sus mensajes motivacionales, le permitió atraer a las víctimas que confiaron en sus promesas de alta rentabilidad. La investigación indica que Gionco, también de 27 años, reclutaba a potenciales inversores en un gimnasio, presentándoles las supuestas habilidades de Salazar en el ámbito de las inversiones. Posteriormente, las víctimas se reunían con Salazar para concretar las inversiones. Aunque inicialmente los pagos de intereses se realizaron correctamente, a finales de 2023 y principios de 2024 comenzaron los incumplimientos, llevando a las víctimas a denunciar la estafa. Cabe destacar que Salazar a menudo se encontraba de viaje cuando sus clientes requerían la devolución de su capital. El operativo que llevó a la detención de Salazar fue coordinado entre la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA) y el Departamento de Delitos Económicos. La joven fue descendida del avión e informada de la acusación en su contra, siendo trasladada posteriormente a una dependencia policial. Simultáneamente, se realizaron allanamientos en las viviendas de Salazar y Gionco, incautando elementos de interés para la investigación. Ambos esperan su declaración indagatoria ante la fiscal Lourdes Quagliatti. El caso de Candela Salazar destaca los riesgos asociados con las inversiones prometidas en redes sociales, particularmente aquellas promovidas por influencers que muestran estilos de vida ostentosos sin una transparencia total sobre sus negocios. La investigación continúa, y se espera que se esclarezcan todos los detalles de esta compleja trama de estafa.