En una entrevista explosiva con Susana Giménez, Wanda Nara destapó la olla a presión de su conflictiva separación con Mauro Icardi. Lejos de las declaraciones diplomáticas, la empresaria compartió con la diva de los teléfonos conversaciones privadas con el futbolista, revelando un panorama de amenazas, infidelidades y manipulación que dejaron a la audiencia con la boca abierta. La entrevista comenzó con Wanda entregándole su celular a Susana, invitándola a leer los mensajes que Icardi le había enviado en los últimos meses. Uno de los mensajes más impactantes decía: "En junio voy a ir a la Argentina. Así hago un par de cenitas en Gardiner, y unos besos en el auto delante de las cámaras, pero después chau, es mi amiga", una aparente referencia a un encuentro planeado con la China Suárez, involucrada en el escándalo del "Wandagate". Esta declaración provocó un incómodo silencio, pero Wanda rápidamente aclaró que estos mensajes no fueron producto de una simple separación, sino "amenazas constantes". Icardi la condicionaba, amenazando con mostrarse públicamente con la China Suárez si Wanda aceptaba ciertos trabajos. Otro mensaje, aún más revelador, mostraba la presunta lista de amigas de Wanda con las que Icardi había tenido relaciones, minimizando su vínculo con la China Suárez con la frase: "Quedate tranquila que a la China la tuve regalada y no le di bola. Imaginate si la voy a volver a buscar". La tensión aumentó cuando Susana siguió leyendo, llevando a Wanda a recuperar su teléfono para evitar una mayor exposición pública de sus intimidades. Si bien la entrevista mostró la faceta más furiosa y herida de Wanda, también dejó lugar para mostrar su nueva felicidad junto a L-Gante, destacando los valores y la sencillez que la conectan con su nuevo amor, un contraste absoluto con la complejidad y el drama de su relación pasada. La entrevista generó un gran revuelo en las redes sociales y los medios de comunicación. Mientras que algunos apoyaron a Wanda por su valentía al exponer la verdad, otros criticaron su decisión de hacer pública su vida privada. Mauro Icardi, por su parte, ha respondido a las acusaciones a través de sus redes sociales, negando las amenazas y anunciando acciones legales. El conflicto entre Wanda Nara y Mauro Icardi continúa, con las consecuencias legales aún por determinar. La entrevista con Susana Giménez, sin duda, marcó un antes y un después en esta mediática separación, dejando a todos con la incertidumbre de lo que deparará el futuro de la pareja y sus respectivas vidas públicas.