El triunfo de Independiente ante Central Córdoba en la fecha 25 de la Liga Profesional estuvo marcado por un hecho insólito: la aparición de dos banderas en un palco del estadio que pedían por "Milito Presidente" y "Por una Avellaneda toda roja". Estas banderas, junto a una que mostraba un supuesto carnet de socio del Rojo a nombre de Diego Milito, desataron una ola de especulaciones, especialmente considerando que el 15 de diciembre se llevarán a cabo las elecciones presidenciales en Racing Club, club del cual Milito es un reconocido ídolo y candidato.
La situación se vuelve aún más compleja al considerar la rivalidad entre Racing e Independiente, y el hecho de que el hermano de Diego, Gabriel Milito, sea un ídolo indiscutido en el club de Avellaneda. Incluso, se recuerda un fuerte cruce entre ambos hermanos durante un clásico en 2003. La imagen de Diego Milito con la camiseta de Independiente en una de las banderas añade más combustible al fuego de la polémica.
Ante la repercusión mediática, Diego Milito salió a aclarar la situación a través de su cuenta de Instagram cerca de la medianoche del domingo. En un mensaje contundente, negó cualquier vínculo con la acción y denunció una campaña sucia en su contra por parte de la oposición en las elecciones de Racing. Milito enfatizó su amor por Racing y su compromiso con el club, asegurando que su candidatura se basa en un sueño y una convicción genuina para devolverle al club lo mucho que le ha dado. Acusó a la actual dirigencia de generar una "campaña del miedo" para desprestigiarlo y restarle apoyo a su candidatura.
La respuesta de Milito fue inmediata y firme, dejando en claro su postura ante lo que considera una manipulación de la situación. Señaló que no se merece esta campaña y que los hinchas de Racing tampoco merecen ser subestimados. Su llamado a la unidad y su solicitud de apoyo de los simpatizantes de la Academia marcan una nueva etapa en la campaña electoral.
Este incidente ha generado un intenso debate en las redes sociales y en los medios deportivos. Mientras algunos ven la aparición de las banderas como una simple broma o un acto de apoyo desmedido, otros lo interpretan como una clara maniobra para afectar la imagen de Milito y perjudicar sus aspiraciones presidenciales. Lo cierto es que la situación ha elevado la tensión política en Racing Club a pocos días de las cruciales elecciones.
El futuro de Racing Club dependerá de la decisión de sus socios, pero este episodio sin duda marcará un antes y un después en la contienda electoral. La respuesta de Diego Milito, rápida y contundente, dejó en claro su compromiso con la institución y su determinación para enfrentar lo que considera una campaña de desprestigio.