El Estadio Monumental vibró con la final de la Copa Libertadores 2024, donde Botafogo se coronó campeón tras vencer a Atlético Mineiro por 3-1. En medio de la euforia brasileña, un nombre resonó con fuerza entre los hinchas de River Plate: Alexander Barboza. El defensor, surgido de las divisiones inferiores del Millonario, levantó la preciada copa tras una destacada actuación a lo largo de todo el torneo. Barboza, de 29 años, nunca llegó a debutar en el primer equipo de River. Tras un breve paso por Atlético Rafaela y un brillante desempeño en Defensa y Justicia, tuvo la oportunidad de volver a Núñez en 2017. Sin embargo, su rendimiento no fue el esperado y su estadía en River fue breve. Su historia es un ejemplo de perseverancia y superación, ya que tras un par de etapas más en otros equipos, se unió al Botafogo a principios de 2024. En el equipo carioca encontró la regularidad y la confianza que le faltaban. Disputó 15 de los 17 partidos de Botafogo en la Libertadores, convirtiéndose en una pieza fundamental de la defensa. Su solidez, sus 4 vallas invictas y un gol en semifinales fueron claves para el título. En la final, su actuación fue destacada: 4 despejes, 1 tiro bloqueado, solo fue regateado una vez y ganó 2 de 5 duelos individuales. La victoria en el Monumental tuvo un sabor especial para Barboza. El estadio, que alguna vez fue su casa, ahora lo recibía como campeón continental. Su paso por River Plate, aunque corto, marcó su formación y su regreso al mítico estadio como jugador triunfador, es una anécdota en su trayectoria que deja claro que las vueltas de la vida pueden sorprender. Pero la historia de Barboza no termina ahí. El defensor, con raíces uruguayas por parte de su padre, ha iniciado los trámites para obtener la ciudadanía uruguaya y sueña con ser convocado para la selección Celeste. Su buen nivel en Botafogo le ha abierto las puertas a esta posibilidad, y la ilusión de vestir la camiseta de su país lo motiva a seguir trabajando duro. Mientras tanto, el futuro de Barboza se pinta de brillante. Con un contrato que lo une a Botafogo hasta 2026, el defensor busca seguir cosechando éxitos en Brasil, donde el equipo carioca también pelea por el Brasileirao. El reciente triunfo en la Libertadores 2024, un torneo que lo vio como protagonista absoluto, lo ubica como una de las figuras del momento en el fútbol sudamericano y proyecta su nombre para futuros desafíos en el balompié. Este triunfo sirve como un gran ejemplo de que los objetivos pueden alcanzarse si uno se esfuerza incansablemente, demostrando una vez más la perseverancia del futbolista que logro consagrarse campeón de América. Y aunque su paso por River no haya sido como lo soñó, la final de la Copa Libertadores 2024 fue un escenario perfecto para que Alexander Barboza escribiera su propio capítulo de gloria.