El Camp Nou, o mejor dicho, el Estadio Olímpico Lluís Companys, presenció este sábado una de las sorpresas más impactantes de la temporada en LaLiga EA Sports. El FC Barcelona, líder de la competición, cayó derrotado ante la UD Las Palmas por un marcador de 1-2, encadenando así su tercera jornada consecutiva sin conocer la victoria. Esta derrota, que llega un día después de la celebración del 125 aniversario del club, deja un sabor amargo en boca de los culés y acerca peligrosamente al Real Madrid en la clasificación. El partido estuvo marcado por la eficacia de la UD Las Palmas y la ineficacia, en momentos puntuales, del Barcelona. Sandro Ramírez, ex jugador azulgrana, y Fábio Silva marcaron los goles visitantes, mientras que Raphinha anotó el único tanto para el equipo local. La primera mitad fue un encuentro igualado, con ambos equipos buscando el gol, pero sin grandes ocasiones claras. El remate al larguero de Raphinha fue la acción más destacada de esos primeros 45 minutos. La segunda parte comenzó con un golpe duro para el Barça: Sandro Ramírez abrió el marcador al minuto 49 con un disparo ajustado que sorprendió a Iñaki Peña. La reacción culé llegó al minuto 61 con un golazo de Raphinha desde fuera del área, que empató el partido. Sin embargo, la alegría fue efímera. Siete minutos después, Fábio Silva aprovechó un contragolpe para volver a poner por delante a la UD Las Palmas, un gol que finalmente sería decisivo. El Barcelona, a pesar de los intentos desesperados en los minutos finales, no pudo igualar el marcador. Cillessen, ex portero del Barcelona, realizó varias paradas claves, negando el gol a Raphinha y Lamine Yamal. El final del partido encontró a un Barcelona frustrado y a una UD Las Palmas celebrando una histórica victoria, su primera en el campo del Barcelona en 53 años. Esta derrota tiene consecuencias importantes en la tabla de clasificación. El Barcelona se queda con 34 puntos, sólo cuatro de ventaja sobre el Real Madrid, quien tiene dos partidos pendientes. La presión aumenta para el equipo culé, que deberá reaccionar rápidamente para evitar que la lucha por el título se convierta en una carrera mucho más reñida de lo esperado. El análisis del partido deja claro que el Barcelona mostró debilidades defensivas, especialmente en las transiciones, que fueron aprovechadas con maestría por el equipo canario. La falta de contundencia en ataque, a pesar de generar ocasiones, también contribuyó a la derrota. La actuación de Cillessen, con paradas decisivas, fue otro factor clave en el resultado final. El futuro inmediato para el Barcelona se presenta complicado. La presión es máxima y la necesidad de volver a la senda del triunfo es imperativa para mantener el liderato y evitar que el Real Madrid les alcance en la cima de la tabla. La próxima jornada será crucial para definir el rumbo del equipo en esta apasionante temporada.