La calma aparente entre la actriz Victoria Vannucci y el empresario Matías Garfunkel se ha roto estrepitosamente. A través de publicaciones en redes sociales, ambos se han lanzado acusaciones mutuas de violencia familiar, generando una ola de conmoción y preocupación por el bienestar de sus hijos, Indiana y Napoleón. Garfunkel fue el primero en romper el silencio, utilizando su cuenta de X (antes Twitter) para denunciar a Vannucci por maltrato infantil. Sus mensajes, cargados de angustia y desesperación, describen una situación alarmante en la que asegura que sus hijos han sido víctimas de agresión física por parte de su madre. El empresario llegó a expresar su temor por no poder protegerlos adecuadamente y se despidió de ellos en un tono que generó gran preocupación entre sus seguidores. Además, Garfunkel desmintió rumores sobre un supuesto romance de Vannucci con el rapero 21 Savage, calificando la información como falsa. La respuesta de Vannucci no se hizo esperar. A través de su cuenta de Instagram, la actriz compartió videos impactantes donde se la ve siendo agredida física y verbalmente por Garfunkel. Los videos muestran al empresario gritando, insultando e incluso golpeándola frente a sus hijos. Vannucci explicó que, a pesar de tratar de mantener la situación en privado, se vio obligada a exponer la situación debido a las publicaciones de su exmarido. Ella, a su vez, denunció que Garfunkel sufre de bipolaridad y otros trastornos mentales, presentando como evidencia archivos médicos para respaldar sus afirmaciones. La actriz enfatizó su preocupación por el impacto emocional en sus hijos, quienes según ella, han sido manipulados por su padre. Las acusaciones de Vannucci son extremadamente graves, incluyendo la descripción de episodios violentos y manipulación emocional por parte de Garfunkel. Además, la actriz reveló que su exesposo había informado a sus hijos que se suicidaría, creando un clima de culpa y angustia en los menores. Vannucci concluyó sus publicaciones con un llamado de atención para otras mujeres, para evitar cometer el mismo error que ella. Ante la gravedad de las acusaciones cruzadas, se espera una intervención de las autoridades para proteger el bienestar de los menores y determinar la veracidad de los hechos denunciados por ambos. La situación plantea la necesidad de un abordaje integral que involucre a profesionales de la salud mental y a las instituciones competentes para garantizar la seguridad de los niños y el esclarecimiento de los hechos. La historia está en desarrollo y las consecuencias de este conflicto público aún están por verse.