El Real Brasileño se Desploman a Mínimos Históricos: Medidas de Lula Decepcionan a los Mercados

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El plan de austeridad del gobierno brasileño para reducir el gasto público ha decepcionado a los inversores, provocando una caída histórica del real frente al dólar y generando preocupación por el futuro económico del país.

El real brasileño ha alcanzado un mínimo histórico este jueves, mientras que las acciones experimentaron su mayor caída desde principios de 2023. Esta situación se debe a la decepcionante propuesta del gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva para recortar el gasto público, la cual ha sido considerada insuficiente por los inversores, que están cada vez más preocupados por el creciente déficit presupuestario del país. El ministro de Finanzas, Fernando Haddad, anunció un plan para recortar 70.000 millones de reales (unos 12.000 millones de dólares) del gasto público hasta 2026. Las medidas incluyen limitaciones al crecimiento del salario mínimo, restricciones a los altos salarios de los trabajadores públicos y un aumento de impuestos para ingresos superiores a 50.000 reales mensuales. Sin embargo, estas medidas fueron insuficientes para calmar las preocupaciones del mercado. La moneda brasileña cayó hasta un 1,5% el jueves, cotizándose a 6,02 reales por dólar. Las tasas de swap aumentaron más de 40 puntos, y el índice bursátil de referencia del país, el Ibovespa, sufrió una caída del 2,4%. El viernes, el valor del dólar se mantuvo estable. Analistas de mercado han criticado el plan por ser "demasiado pequeño y llegar tarde", indicando que refleja las preferencias de una administración que prioriza el gasto público. Patricia Urbano, administradora de fondos de Edmond de Rothschild, comentó que existe una mayor incertidumbre y percepción de riesgo en los activos brasileños, anticipando posibles caídas adicionales. El retraso en la presentación del plan, debido a la presión de Lula para incluir una exención de impuestos a la renta para salarios de hasta 5.000 reales mensuales, exacerbó el pesimismo de los operadores. Esta medida fue percibida como una dilución del impacto fiscal del paquete. La creciente desconfianza en el compromiso fiscal del gobierno también ha afectado las expectativas de inflación. Los operadores están anticipando una tasa Selic (tasa de interés de referencia del Banco Central de Brasil) cercana al 15% para fines del próximo año, desde el 11,25% actual. JPMorgan, por ejemplo, proyecta que alcanzará el 14,25%, revisando al alza su pronóstico anterior. La caída de los mercados brasileños se suma a una liquidación generalizada de monedas emergentes, intensificada por la elección de Donald Trump en Estados Unidos. Las perspectivas de políticas que fortalezcan el dólar y aviven la inflación global están obligando a los bancos centrales a mantener tasas de interés altas, lo que frena el crecimiento económico. El real brasileño ha sufrido una depreciación significativa este año, con una caída superior al 19%, liderando las pérdidas entre las principales divisas. El Ibovespa también ha perdido más del 7%. Esta situación ha llevado a JPMorgan y Morgan Stanley a rebajar la calificación de las acciones brasileñas, citando el creciente déficit presupuestario y la perspectiva de tasas de interés más altas. El impacto de este desplome del real se extiende más allá de Brasil, afectando la economía argentina, principal socio comercial, al encarecer las exportaciones argentinas y abaratar el turismo hacia Brasil para los argentinos. Se espera un aumento del déficit de la balanza turística y una mayor presión sobre el tipo de cambio argentino.
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