Adiós a Lía Crucet: La Reina de la Bailanta que conquistó escenarios y corazones

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Un recorrido por la vida y la carrera de Lía Crucet, desde sus inicios como vedette hasta su consagración como ícono de la cumbia tropical. Un homenaje a su talento, su legado y su compleja vida personal.

Adiós a Lía Crucet: La Reina de la Bailanta que conquistó escenarios y corazones

La noticia del fallecimiento de Lía Crucet a los 72 años conmovió al país. Más allá de su lucha contra el cáncer broncopulmonar que finalmente le quitó la vida, la cantante deja un legado imborrable en la música tropical y un recuerdo complejo en el que se entrelazan sus éxitos profesionales con los desafíos de su vida personal. Esta talentosa artista, cuyo nombre real era Delia, nació en Gerli, provincia de Buenos Aires, el 8 de agosto. Su camino al estrellato comenzó lejos de la cumbia, en el vibrante mundo del teatro de revista. Su imponente figura, su carisma innato y su belleza la catapultaron rápidamente al éxito, compartiendo escenarios con figuras legendarias como Alberto Olmedo, Jorge Porcel, Moria Casán y muchos otros. En esta época, Jorge Corona la apodó “La Tetamanti”, un mote que, aunque inicialmente irónico, reflejaba su personalidad vibrante y su capacidad para conectar con el público. El cine también fue parte de su trayectoria. Participó en películas como "Paraíso Relax", "Rey Muerto" y "¿De quién es el portaligas?", consolidando su presencia en el ámbito artístico argentino. Sin embargo, fue a finales de los años 80 cuando Lía Crucet encontró su verdadera vocación: la música. Su incursión en la cumbia tropical resultó un éxito rotundo. Con temas como "La güera Salomé" y "Qué bello", se convirtió en un ícono de la movida, llenando estadios y cautivando a millones con su voz potente y su estilo inconfundible. Su música trascendió generaciones, convirtiéndose en parte fundamental de la banda sonora de innumerables fiestas y celebraciones. Su carrera musical abarcó varios álbumes de estudio, compilaciones y colaboraciones con otros artistas. Su popularidad la llevó a participar en programas de televisión icónicos como los de Susana Giménez y Mirtha Legrand, donde su carisma y personalidad cautivaban tanto como su talento musical. La amistad con Gladys “La Bomba Tucumana” fue un punto destacado en su vida. Ambas artistas, reinas de la movida tropical, cultivaron una relación de respeto y admiración mutua, compartiendo escenarios y momentos inolvidables. Pero la vida de Lía Crucet también tuvo sus sombras. En los últimos años, su salud se vio deteriorada por diferentes enfermedades, incluyendo un cáncer de útero en 2012 y la demencia frontotemporal diagnosticada en 2021. Su internación en un geriátrico de Mar del Plata en sus últimos años, y la controversia pública sobre su estado de salud y su relación con su hija Karina y su esposo y representante, Tony Salatino, opacaron, en cierta medida, la brillantez de su carrera. Esta situación familiar, marcada por discrepancias y disputas públicas, generó una gran cantidad de comentarios en los medios de comunicación. La muerte de Lía Crucet es una pérdida para el mundo del espectáculo argentino. Su legado musical permanecerá en el tiempo, pero también queda la imagen de una mujer con una trayectoria exitosa, marcada por la complejidad de la vida misma. Su historia es un recordatorio de la fragilidad humana, pero también de la fuerza y la perseverancia que la llevó a convertirse en una de las figuras más representativas de la cumbia tropical argentina.
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