El pasado domingo, Independiente Rivadavia, la Lepra mendocina, consiguió una victoria sorpresiva y contundente ante Belgrano en el Gigante de Alberdi, venciendo por 2-0. Este triunfo llega tras otra victoria histórica ante River Plate, consolidando una semana excepcional para el equipo visitante. El partido estuvo marcado por un golazo de Sebastián Villa, quien se convierte en el héroe de la jornada, y por la frustración palpable de los aficionados de Belgrano, quienes abandonaron el estadio silbando e insultando a los jugadores. El primer gol llegó en la primera mitad, con un cabezazo de Iván Villalba tras una segunda jugada, abriendo el marcador para Independiente Rivadavia. Pero fue el segundo tanto, una anotación espectacular de Sebastián Villa, la que selló el triunfo y encendió aún más la tensión en el estadio. El colombiano, quien ya había sido protagonista en el encuentro ante River Plate, demostró una vez más su talento y capacidad goleadora. La solidez defensiva de Independiente Rivadavia también jugó un papel crucial en la victoria. El arquero Ezequiel Centurión tuvo una actuación destacada, realizando cuatro atajadas brillantes que neutralizaron las pocas oportunidades de gol generadas por el equipo local. Su impecable desempeño evitó que Belgrano descontara en el marcador, demostrando la efectividad de la estrategia defensiva del equipo visitante. Por el lado de Belgrano, el rendimiento fue decepcionante. El equipo mostró un bajo nivel de juego, evidenciado en su falta de ideas en el ataque y la incapacidad de superar la férrea defensa de Independiente Rivadavia. Esta derrota extiende su mala racha a ocho partidos sin ganar, alejándolos de la posibilidad de participar en la Copa Sudamericana. La situación generó un clima tenso dentro y fuera del campo. La afición de Belgrano, visiblemente decepcionada, expresó su descontento con el silbido y los insultos dirigidos tanto a los jugadores como al entrenador, Juan Cruz Real, cuyo futuro en el equipo se ha puesto en entredicho. El ingreso de Matías Suárez en la segunda mitad, aunque trajo algo de claridad al juego de Belgrano, no fue suficiente para evitar la derrota ni la reacción negativa de los aficionados. Para Independiente Rivadavia, la victoria significa mucho más que tres puntos. Se trata de una demostración de capacidad y solidez, que los coloca como un equipo a tener en cuenta en la Liga Profesional. La segunda victoria consecutiva (hecho que no sucedía desde febrero), obtenida en un partido disputado en campo ajeno, además, ha infundido confianza en el plantel y ha generado una gran alegría entre los aficionados mendocinos. En definitiva, la victoria de Independiente Rivadavia sobre Belgrano en Córdoba ha sido una sorpresa que ha dejado un impacto significativo en la Liga Profesional. El triunfo contundente, el bajo nivel mostrado por Belgrano, y la reacción de los aficionados locales han generado un clima caliente y una gran cantidad de debates en torno al futuro del equipo cordobés y la consolidación de Independiente Rivadavia como un equipo competitivo. El futuro de Juan Cruz Real como entrenador de Belgrano parece estar en duda, mientras que en Mendoza, los festejos continúan.