La fecha 23 de la Liga Profesional de Fútbol Argentino (LPF) presenció una impactante campaña contra la participación de menores en las apuestas online. En un estadio repleto, una iniciativa conjunta entre Estudiantes de La Plata, la LPF y la casa de apuestas legal bplay, dejó un mensaje contundente: "Yo no juego".
Antes del partido entre Estudiantes y Rosario Central, los alcanzapelotas, todos menores de 18 años, vistieron pecheras con el mensaje “Yo no juego”, reforzado por carteles gigantes en el estadio con la leyenda “Yo no juego, yo no apuesto” y repetido en las pantallas y por la voz del estadio. La transmisión televisiva también difundió el mensaje a lo largo de todo el encuentro.
El problema: apuestas ilegales y menores de edad
Esta campaña se lleva a cabo en un contexto alarmante. Mientras que las casas de apuestas legales en Argentina (con dominio .bet.ar) tienen prohibido el acceso de menores, los sitios ilegales no implementan controles de edad, aceptando usuarios de cualquier edad. Esta vulnerabilidad expone a los jóvenes a un grave riesgo.
Guillermo Gabella, Director de Asuntos Públicos de Boldt (empresa propietaria de bplay), explicó la importancia de la iniciativa: “Estamos convencidos de que estas acciones de prevención ayudan a generar conciencia sobre la importancia de que los chicos no apuesten y ayudan a tomar dimensión de lo peligroso que son los sitios ilegales de juego online”.
La elección del fútbol como escenario de la campaña es estratégica, aprovechando su enorme popularidad y su alcance a todas las edades. Gabella resaltó la colaboración de Estudiantes de La Plata, expresando orgullo por el apoyo del club en esta campaña de prevención.
Un mensaje que se suma a otras iniciativas
Esta campaña de bplay se suma a otras acciones de concientización, como la impulsada por el arquero de la Selección Argentina, “Dibu” Martínez, que también advirtió a los menores sobre los peligros de las apuestas.
Más allá de la campaña: un llamado a la reflexión
La iniciativa “Yo no juego” es un paso importante, pero el problema requiere un esfuerzo conjunto de la sociedad, los clubes, las autoridades y las plataformas de apuestas para proteger a los menores. Es fundamental que se continúen implementando campañas de concientización y que se refuercen los controles para evitar el acceso de menores a sitios de apuestas ilegales.
La adicción al juego es un problema serio con consecuencias devastadoras, y proteger a los jóvenes de este peligro es una responsabilidad compartida.