El encuentro entre River Plate e Independiente Rivadavia en Mendoza, correspondiente a la fecha 23 de la Liga Profesional, finalizó con un resultado de 2-1 a favor del equipo local, en un partido que estuvo cargado de polémica desde el inicio hasta el silbatazo final. La derrota deja al Millonario a ocho puntos del líder, Vélez Sarsfield, con pocas fechas restantes, decretando prácticamente su eliminación de la pelea por el campeonato.
El primer tiempo comenzó con una apertura del marcador por parte de Sebastián Villa a los siete minutos, con una jugada individual que culminó en un potente remate. River reaccionó y generó ocasiones de gol, y tras un controversial penal revisado por el VAR (anulado inicialmente por fuera de juego y luego sancionado por mano) empató el encuentro a través de un penal convertido por Facundo Colidio a los 39 minutos.
La segunda mitad fue aún más vibrante. Independiente Rivadavia tuvo varias oportunidades, con Armani, el arquero de River, realizando varias atajadas cruciales. Sin embargo, en una jugada individual de Sebastián Villa, quien asistió a Ezequiel Ham para el gol del triunfo a los 54 minutos del encuentro. Este gol, en las postrimerías del partido, generó una reacción violenta en los jugadores de River Plate.
El festejo de Villa desató la furia en el equipo visitante. González Pírez intentó agredir al colombiano, lo que provocó una trifulca entre ambos planteles, tanto en el campo de juego como en el camino a los vestuarios. Si bien los cuerpos técnicos intervinieron para calmar los ánimos, la tensión se mantuvo durante varios minutos. El informe arbitral dejó constancia de la expulsión de Leandro González Pírez por parte de River y Lautaro Ríos de Independiente Rivadavia, mientras que Sebastián Villa y Pity Martínez salieron ilesos de las sanciones.
La derrota de River Plate no solo significa una eliminación casi definitiva de la lucha por el título, sino que también deja al descubierto algunas debilidades del equipo. La falta de contundencia en ataque y la inestabilidad defensiva se pusieron de manifiesto. Marcelo Gallardo, el entrenador del equipo millonario, reconoció la mala actuación de su equipo en la segunda parte y la necesidad de mejorar para alcanzar un lugar en la próxima Copa Libertadores.
Más allá del resultado, la controversia generada por la actuación arbitral y las escenas de violencia posteriores al gol generan un debate sobre el comportamiento de los jugadores y la necesidad de aplicar sanciones justas y proporcionales. El futuro de River Plate en la Liga Profesional se presenta con pocas posibilidades de pelear por el título, poniendo la mira en los objetivos restantes de la temporada.