El ambiente en Belo Horizonte es una mezcla de expectativa y preocupación. Cruzeiro, a puertas de disputar la final de la CONMEBOL Sudamericana contra Racing, cayó derrotado por 2-1 ante Corinthians en un partido correspondiente a la fecha 34 del Brasileirao. Si bien se trató de un encuentro en el que el entrenador Fernando Diniz alineó un equipo alternativo, la derrota genera interrogantes sobre el estado de forma del equipo y su preparación para el encuentro decisivo del sábado. El partido, jugado a una hora inusual (11:00 AM) para adaptarse a la agenda de la final sudamericana, mostró a un Cruzeiro con varios suplentes. Solo el argentino Álvaro Barreal fue titular indiscutible, mientras que Lucas Romero ingresó en el segundo tiempo. A pesar de la alineación alternativa, la derrota ante un Corinthians que presentó a Rodrigo Garro durante los 90 minutos, no deja de generar cierta intranquilidad. El equipo paulista se puso rápidamente en ventaja con goles de Memphis Depay y Yuri Alberto en los primeros 15 minutos del primer tiempo. Bruno Kaiki descontó para Cruzeiro a los 34 minutos, pero no fue suficiente para evitar la caída. El resultado deja a Corinthians en la novena posición del Brasileirao con 44 puntos, mientras que Cruzeiro se mantiene séptimo con 47 unidades. El entrenador Fernando Diniz intentó minimizar el impacto de la derrota en conferencia de prensa: "Sirvió para darle minutos a los jugadores, pero obviamente el partido de hoy tiene mucho que ver con la alineación para la final Sudamericana. Ahora el enfoque es inmenso, total, no hay nada más que pase por nuestra mente. No tengo muchas dudas respecto a la formación del sábado". Sus palabras buscan transmitir calma, pero la realidad es que la derrota expone ciertas vulnerabilidades en el equipo incluso con los jugadores considerados titulares. La preocupación radica en la posibilidad de que la derrota haya afectado la moral del equipo, o que la rotación de jugadores haya dejado al descubierto problemas en el esquema táctico de Diniz. La incógnita ahora es si este resultado tendrá un impacto real en la final contra Racing o si solo se tratará de un contratiempo aislado. La historia entre ambos clubes en finales sudamericanas (Supercopa 1988 y 1992) añade un condimento extra a esta incertidumbre. La atención se centra ahora en cómo Cruzeiro abordará la final y si logrará superar este bache antes del encuentro decisivo en Asunción. El equipo brasileño necesitará llegar a su mejor nivel para competir contra un Racing Club que llega con una gran confianza y hambre de victoria.