Vélez: La Angustia del Puntero Apurado

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Análisis del frustrante empate de Vélez ante Lanús, su lucha por mantener el liderazgo y la polémica expulsión que encendió la ira de Quinteros contra el árbitro Echenique.

El Vélez de Quinteros, a pesar de liderar la Liga Profesional, exhibe una preocupante falta de fluidez en su juego. El empate sin goles ante Lanús, su cuarto en los últimos cinco partidos, refleja una realidad que va más allá del marcador: la ansiedad por mantener la punta está nublando el talento del equipo. Mientras que antes se destacaba por su fútbol fluido y contundencia, ahora se caracteriza por la urgencia y el apuro. Los pases precisos y la construcción paciente de jugadas han dado paso a pelotazos imprecisos, fruto de la presión por lograr el gol que se hace cada vez más escaso. En el partido contra Lanús, la superioridad de Vélez en ataque fue evidente. A pesar de la férrea defensa del equipo granate, que recurrió a tácticas defensivas y a simulaciones de lesión, Vélez generó oportunidades de gol. La figura de Thiago Fernández, marcado implacablemente por Jara e Izquierdoz, intentó romper el cerrojo defensivo, mientras que Elías Gómez generó peligro por las bandas. Sin embargo, la falta de precisión en la definición y la impaciencia en el juego impidieron concretar las oportunidades. La figura de Bouzat, intentando aportar orden y pausa, contrastaba con la desesperación generalizada. La expulsión de Damián Fernández, por una entrada sobre Acosta, agravó la situación de Vélez. La decisión arbitral de Echenique, respaldada por el VAR, fue calificada de rigurosa por el cuerpo técnico y los hinchas del Fortín. Este hecho, sumado a otras decisiones controversiales del árbitro a lo largo del partido, provocaron la reacción airada del entrenador Gustavo Quinteros, quien cuestionó abiertamente la actuación de Echenique y expresó su preocupación por el arbitraje en el futuro. La expulsión, la tercera de Fernández en el año, es una dura baja para un plantel con una reducida cantidad de jugadores. La inferioridad numérica en el segundo tiempo no disminuyó la intensidad ofensiva de Vélez, aunque sí modificó su estrategia. A pesar de las oportunidades generadas, como la ocasión clara de Romero que pudo haber culminado en penal, la falta de contundencia en ataque y la destacada actuación de Aquino, arquero de Lanús, frustraron las aspiraciones del equipo local. La falta de eficacia, la expulsión, y las polémicas decisiones arbitrales dejaron un sabor amargo en Vélez, a pesar del apoyo incondicional de su afición. El equipo debe encontrar el equilibrio entre la ambición por mantener el liderazgo y la calma necesaria para desplegar su potencial futbolístico. De lo contrario, la presión podría convertirse en un lastre que lo aleje de su objetivo final: el título de la Liga Profesional.
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