Tras la viralización de videos que muestran a Eugenia "La China" Suárez y Franco Colapinto compartiendo una cena íntima en Madrid, la actriz ha respondido a las especulaciones y críticas a través de un mensaje indirecto, pero contundente. La diferencia de edad entre ambos (ella 32, él 21) ha sido un punto central de las controversias en redes sociales. El revuelo comenzó cuando una influencer argentina, Magalí Sica, grabó a la pareja saliendo del restaurante Los 33 en Madrid. Los videos muestran a la pareja inicialmente abrazados y tomados de la mano, pero cambiando de actitud al percatarse de que estaban siendo grabados. Este hecho alimentó la especulación sobre una posible relación amorosa. El intercambio de mensajes entre la China Suárez y su amigo, el periodista Luis Corbacho, fue el detonante de su declaración pública. Corbacho, en un gesto de apoyo, publicó en sus redes sociales un mensaje defendiendo a Suárez de las críticas, utilizando un tono irónico. La respuesta de la actriz fue concisa y directa: "Yo soy feliz y no jodo a nadie". Esta frase, cargada de significado, refleja la postura de Suárez ante la presión mediática. Su felicidad personal se posiciona como una prioridad, dejando en claro que no se dejará afectar por los comentarios negativos. Esta actitud, ya mostrada en ocasiones anteriores, demuestra una filosofía de vida basada en la serenidad ante el escrutinio público. El encuentro en Madrid no fue el único indicio de un vínculo entre Suárez y Colapinto. En septiembre, ambos se habían seguido mutuamente en Instagram, lo que generó una primera oleada de comentarios en redes sociales, aunque Suárez decidió luego dejar de seguir a Colapinto ante la ola de críticas. La publicación de los videos, sin embargo, ha reavivado la especulación sobre una posible relación. Independientemente de la naturaleza de su vínculo, la respuesta de Suárez deja en claro su determinación de mantener una actitud de indiferencia ante la opinión pública, priorizando su bienestar personal por encima del juicio externo.