El panorama político argentino se sacude con el anuncio de un nuevo Canciller: Gerardo Werthein, hasta hace poco embajador en Estados Unidos, reemplazará a Diana Mondino, quien fue removida de su cargo tras una serie de controversias. La decisión del presidente Javier Milei marca un cambio de rumbo en la política exterior del país, con un enfoque más pragmático y centrado en la relación con Estados Unidos.
Werthein, un empresario de reconocido perfil, se ha destacado por su trayectoria en el ámbito deportivo, habiendo sido presidente del Comité Olímpico Argentino durante doce años, y por su estrecha relación con los hermanos Milei. Su experiencia en la gestión empresarial y su capacidad para tejer relaciones con figuras influyentes en el mundo de los negocios, le han valido la confianza del actual mandatario, quien busca consolidar la imagen de Argentina como un destino atractivo para la inversión extranjera.
La gestión de Werthein en la embajada estadounidense se caracterizó por la búsqueda de la atracción de inversiones y la creación de lazos con el empresariado norteamericano, un objetivo que se alinea con la visión del presidente Milei. Su nombramiento como Canciller, en un momento en que Argentina busca reconstruir sus alianzas internacionales y salir de la crisis económica, se interpreta como una señal clara de la importancia que el gobierno le otorga a la relación bilateral con Estados Unidos.
El nuevo Canciller enfrenta el desafío de reconfigurar la política exterior argentina, con un foco puesto en la diplomacia económica y la búsqueda de acuerdos estratégicos que permitan el desarrollo del país. Su llegada al frente de la Cancillería promete un cambio de rumbo, con un enfoque en la construcción de lazos con Estados Unidos y la apertura de nuevas oportunidades de inversión.