En medio de las tensiones que se viven en Medio Oriente, Israel ha lanzado un ataque aéreo contra objetivos militares en Irán en respuesta a un ataque con misiles balísticos realizado por Irán el 1 de octubre. El ejército israelí ha confirmado el ataque como un "ataque preciso", mientras que las autoridades iraníes reportan explosiones en Teherán y Karaj, donde se encuentra una de las plantas nucleares del país. La Casa Blanca ha declarado que comprende las acciones de Israel como un "ejercicio de autodefensa", mientras que el presidente Biden sigue los acontecimientos de cerca. El ataque genera preocupación por una escalada del conflicto entre Israel e Irán, que ya ha sido testigo de una serie de eventos que han incrementado las tensiones en la región. Las explosiones en Teherán y Karaj se produjeron después de un ataque con misiles balísticos de Irán contra Israel el 1 de octubre. Israel ha advertido que tomaría represalias por el ataque, y el ministro de Defensa israelí, Yoav Gallant, había indicado que el mundo entendería los preparativos para una operación de este tipo una vez que se llevara a cabo. Los ataques se producen en un contexto de tensiones regionales exacerbadas por la guerra en Gaza entre Israel y Hamas palestino, y la extensión del conflicto al vecino Líbano, donde el ejército israelí se enfrenta a Hezbolá. Ambos movimientos islámicos se oponen a Israel y cuentan con el apoyo financiero y militar de Irán. Las preguntas que surgen ahora son: ¿Cuánto daño se ha infligido realmente? ¿Sentirá Irán la necesidad de responder, en un momento en que sus representantes están debilitados? ¿Será este otro momento que conduzca a una escalada del conflicto en la región? Las repercusiones del ataque aún no se han determinado, pero es un recordatorio de la fragilidad de la paz en Medio Oriente y las peligrosas tensiones que existen entre Israel e Irán.