En una noche histórica para el cine argentino, la ceremonia de entrega de los premios Martín Fierro a la producción cinematográfica y a las series de plataformas de streaming, estuvo marcada por la emotividad y la defensa de la industria nacional. Uno de los momentos más destacados fue la entrega del premio al Icono del cine argentino a Graciela Borges, una de las figuras más importantes de la historia del cine nacional.

Borges, con su habitual elegancia y contundencia, dedicó su discurso a la defensa del cine argentino y pidió que “no nos digan cómo tenemos que hacer cine”. “Sabemos hacer cine”, afirmó con seguridad. “Toda la tribu amada acá sabe cómo hacer cine. No nos digan más cuántos espectadores tenemos que meter para ser buenos. No es algo en lo que pensamos siempre”, dijo con un mensaje claro a quienes buscan imponer parámetros a la industria.

Sus palabras fueron recibidas con una ovación por parte de los presentes, quienes reconocieron en ella una voz autorizada y un símbolo de la lucha por la preservación del cine nacional. Su mensaje resonó en un contexto en el que la industria enfrenta diversos desafíos, como la competencia con el streaming y las dificultades para acceder a financiamiento.

La actriz, radicada en Pilar, se mostró emocionada al recibir el premio, que le fue entregado por Natalia Oreiro, una de las figuras más populares del cine y la televisión argentina. Con su mensaje, Borges dejó en claro que el cine argentino tiene un lugar especial en su corazón y que seguirá luchando por su desarrollo.

Además de la entrega del premio a Borges, la ceremonia estuvo marcada por la presencia de otros grandes nombres del cine nacional, como Luis Brandoni, Guillermo Francella, Mirtha Legrand, y un sinfín de figuras que participaron en la creación de una noche memorable para la industria del cine argentino.