El Estadio Mario Alberto Kempes, conocido como 'El Cható', es un lugar emblemático para el fútbol argentino. Pero, ¿sabías que para los austríacos es un lugar casi sagrado? Descubre la razón detrás de esta fascinación y la historia secreta de este estadio.
El Estadio Mario Alberto Kempes: Más que un estadio para los austríacos
El Estadio Mario Alberto Kempes, un nombre que resuena en la memoria de los argentinos, es un lugar emblemático del fútbol argentino. Pero para los turistas austríacos, este estadio es algo más que un simple campo de juego, es un lugar casi sagrado. ¿Por qué? La respuesta nos lleva a un partido histórico que marcó a fuego la memoria futbolística del país europeo: el partido entre Alemania Federal y Austria en el Mundial de 1978.
El 'Milagro de Córdoba': Una victoria que se convirtió en leyenda
El 21 de junio de 1978, en la segunda ronda del Mundial de Fútbol de 1978, Alemania Federal se enfrentó a Austria en un partido que parecía una batalla perdida para los austríacos. Alemania, campeona del mundo en 1974, necesitaba una victoria para seguir con aspiraciones de defender el título, mientras que Austria ya estaba eliminada. La cancha estaba llena, pero no de hinchas austríacos, sino de argentinos que alentaban al equipo 'chico' (futbolísticamente hablando).
El partido se recuerda en Austria como 'Das Wunder von Córdoba' (el milagro de Córdoba), y en Alemania como 'Die Schmach von Córdoba' (la desgracia de Córdoba). Un gol de Karl-Heinz Rummenigge en el primer tiempo puso a Alemania en ventaja, pero en la segunda mitad, un gol en contra de Berti Vogts y el tanto del austríaco Hans Krankl cambiaron el rumbo del encuentro. Aunque Bernd Hölzenbein logró el empate, el milagro se consumó con el gol definitivo de Krankl a falta de tres minutos para el final. Esta inesperada victoria frente al campeón mundial marcó un hito en la historia del fútbol austríaco.
Un estadio que trasciende fronteras: La 'Meca' del fútbol para los austríacos
El Estadio Mario Alberto Kempes, conocido como 'El Cható' en Córdoba, se ha convertido en un lugar de culto para los austríacos. Es común ver a turistas austríacos besando el césped y preguntando por el arco donde Krankl anotó el gol histórico. La pasión por el fútbol de los austríacos se demuestra con historias como la del hincha que llegó a tocar el violín debajo de los tres palos del estadio.
El fervor de los austríacos por el estadio ha traspasado las fronteras. En Viena, la capital austríaca, existe una 'Plaza Córdoba', o 'Cordobaplatz', un homenaje al lugar donde sucedió el 'Milagro de Córdoba'. Incluso, se ofreció a la embajada austríaca en Buenos Aires la posibilidad de enviar antiguas bancas del estadio a Viena, aunque el alcalde de la ciudad decidió ubicarlas en un museo para su preservación.
En el Museo del Chateau Carreras, un lugar donde se guarda la historia del estadio, existe una vitrina especialmente dedicada al partido entre Alemania Federal y Austria. Camisetas de la selección argentina, autos de competición y otros recuerdos deportivos comparten espacio con este recuerdo único del 'Milagro de Córdoba'.
Este estadio, que para los argentinos es un símbolo del fútbol nacional, es un lugar sagrado para los austríacos, un testimonio de una victoria histórica que ha trascendido fronteras y generaciones. El Estadio Mario Alberto Kempes, más que un estadio, es un lugar donde el fútbol une a países separados por un océano.