La UFC 307, celebrada en Utah, presenció un combate brutal por el título de peso semipesado. Alex Pereira, el campeón brasileño, se enfrentó al estadounidense Khalil Rountree Jr., en una batalla que quedó marcada por la ferocidad y la brutalidad.
Pereira, quien llegó como favorito, demostró su poderío en los primeros asaltos, intercambiando golpes con un Rountree Jr. que se mostró dispuesto a dar una batalla feroz. Pero fue en el cuarto asalto donde Pereira logró conectar una serie de golpes demoledores, dejando a Rountree Jr. sin respuesta.
La imagen de Rountree Jr., visiblemente afectado, desplomándose en la lona mientras su rostro reflejaba la intensidad de la pelea, conmovió a los espectadores. Su ceja sufrió un profundo corte y su nariz quedó severamente dañada.
Las imágenes de Rountree Jr. con el rostro ensangrentado se viralizaron rápidamente en redes sociales. La brutalidad del combate, capturada en una foto del presidente de la UFC, Dana White, se convirtió en un testimonio de la ferocidad de la pelea.
A pesar de la derrota y la impactante imagen, Rountree Jr. recibió la ovación del público al salir del octógono, mostrando orgullo por su desempeño. Por su parte, Pereira logró su tercera defensa del título en un período de tiempo récord, consolidando su posición como uno de los grandes de la UFC.
Este combate, además de mostrar el poderío de Pereira, dejó una huella de brutalidad en los fanáticos de la UFC, quienes se mostraron conmocionados por las imágenes del rostro desfigurado de Rountree Jr. La intensidad de la pelea y las consecuencias físicas que se vieron en Rountree Jr. son un recordatorio del peligro y la ferocidad que se vive en el octógono de la UFC.