La tensión en Medio Oriente se intensificó peligrosamente tras un ataque con misiles de Irán contra Israel, que provocó la respuesta inmediata de Netanyahu prometiendo represalias y el jefe militar iraní amenazando con atacar la infraestructura israelí.
El martes 1 de octubre, decenas de misiles iraníes impactaron en territorio israelí, activando las sirenas de alarma en todo el país y obligando a los ciudadanos a buscar refugio. Aunque las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) reportaron que no hubo heridos graves, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, acusó a Irán de "cometer un gran error" y aseguró que "pagará por ello".
El ataque iraní, que según las FDI consistió en unos 180 misiles, se produjo horas después de que Israel iniciara una invasión en el sur de Líbano con el objetivo de debilitar a la milicia chiita Hezbolá, aliada de Teherán. La invasión terrestre, descrita por Israel como "incursiones limitadas, localizadas y selectivas", está destinada a atacar las plataformas de lanzamiento e infraestructura de Hezbolá.
Desde Irán, la respuesta fue contundente. El jefe conjunto de las fuerzas armadas de Irán, el mayor general Mohamed Bagheri, amenazó con atacar la infraestructura de Israel si este toma represalias. "Si [Israel]... quiere continuar con estos crímenes o quiere hacer algo contra nuestra soberanía e integridad territorial, la operación de este martes se repetirá varias veces más fuerte y toda su infraestructura será atacada", advirtió Bagheri.
El Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica (CGRI), la unidad militar de élite de Irán, se declaró listo para repetir el ataque con misiles con "intensidad multiplicada". La televisión estatal iraní transmitió un comunicado del CGRI en el que se confirmó que se habían lanzado "decenas" de misiles hacia Israel y se amenazó con otro ataque si los israelíes respondían.
El presidente de Irán, Masoud Pezeshkian, declaró en redes sociales que Teherán llevó a cabo "una fuerte respuesta a la agresión del régimen sionista". "Irán no busca la guerra, pero afrontará cualquier amenaza con firmeza", añadió.
El ataque iraní ha generado una escalada de tensiones en la región, con la comunidad internacional observando con preocupación la situación. Estados Unidos ha expresado su apoyo a Israel y ha advertido a Irán de las consecuencias de un ataque directo contra el país. El presidente estadounidense, Joe Biden, aseguró que su país está preparado para defender a Israel de los ataques de Irán.
La respuesta de Israel al ataque de Irán aún está por verse, pero es probable que haya represalias significativas. La escalada del conflicto ha generado una gran incertidumbre sobre el futuro de la región y ha puesto en riesgo la estabilidad de la misma.
La invasión de Israel en Líbano también representa una amenaza significativa para la seguridad de la región. Hezbolá ha declarado su disposición a enfrentarse a Israel y ha prometido una respuesta contundente a los ataques israelíes. La posibilidad de un conflicto a gran escala entre Israel y Hezbolá es una amenaza real que preocupa a la comunidad internacional.
La situación en Medio Oriente es muy volátil y cualquier error de cálculo podría desencadenar una guerra de grandes proporciones. La comunidad internacional debe trabajar para evitar una escalada del conflicto y buscar una solución pacífica a la crisis.