El sábado por la mañana, el salón Héctor Quagliaro de ATE Rosario, recibió a decenas de compañeros y compañeras para intercambiar, formarse y debatir sobre la situación actual. Hubo dinámicas de juegos y teatro que prepararon el terreno y aflojaron a cada participante para disponer de la energía para la jornada.
“Muchos de los jóvenes de los barrios, de los sectores laborales, no han accedido todavía a tener un salario digno, a tener vacaciones, a tener licencias. Entonces, es muy importante abrir estos espacios para que la juventud se pueda expresar y desde el sindicato y la Central poder escuchar qué tienen para decir los jóvenes, tiene que ser esa la perspectiva para el presente y para el futuro de nuestras organizaciones”, expresó en la apertura Lorena Almirón, Secretaria General de ATE y la CTAA local.
Estefanía Molinas, referenta del espacio de Jueventudes de ATE y CTAA, compartió parte de los textos disparadores de las comisiones de trabajo que reunieron a trabajadoras y trabajadores, del sector público, privado, desocupados y cuentapropistas. La diversidad garantizó debates ricos y otorgó complejidad los análisis.
Las problemáticas ligadas a la precarización, la violencia ya sea interpersonal o estructural, el empeoramiento de las condiciones de vida, el corrimiento del Estado de cara a las personas más vulnerabilizadas, el agotador bombardeo informativo junto a las políticas gubernamentales regresivas y la represión que promueven la desazón y la desmovilización, fueron parte de las caracterizaciones. También el reconocimiento de una frustración social y el impacto de la pandemia que sacudió la psiquis social.
Se destacó entonces la necesidad de la presencia en los territorios (sean espacios laborales, barrios, o de pertenencia colectiva), el debate cara a cara y que los mismos tiendan a reforzar las iniciativas prácticas, con movilización y luchas, con formación y propuestas claras.
Melina Gutiérrez, trabajadora de PAMI, contó que el encuentro “superó mis expectativas en la cantidad de personas que se sumaron, cómo se multiplicaron las voces. Compañeras y compañeros en busca de respuestas y ser escuchados. La gente se copó a través del juego, rompiendo el esquema de plenario tradicional donde dos hablan y el resto escucha. Se pudo ver la horizontalidad. En un momento tan duro como éste se pudo acompañar también desde la risa y el humor. Es la juventud que sí la ve, ve la salida colectiva, con un mismo fin: cambiar la situación que nos atraviesa a todos y todas. Me encantó que todos y todas pudimos ser, y eso es lo que también se necesita”.
Pablo Spataro, Secretario General de la CTAA Capital (ciudad de Buenos Aires) valoró que “nos vamos con preguntas, es muy importante a veces afirmarnos en las certezas de construir una sociedad para todos y para todas, pero también construir las preguntas de esta etapa. Para mejorar nuestras organizaciones, para mejorar nuestra intervención política, para fortalecer la solidaridad”.
“Planteaba Lorena algo para mí muy importante, que no se nos escapa a ninguna y a ninguna. El momento que estamos viviendo, de un ajuste brutal. El escandaloso número: 52,9% de los laburantes somos pobres. Que en el país de trigo y de pan, nueve millones de personas no puedan acceder a una canasta básica de alimentos. Que más de un millón de pibes se tengan que saltar comidas”, destacó. “Hay que dar la disputa del sentido de la sociedad que queremos vivir. Porque este gobierno no solamente lleva adelante un ajuste que beneficia a los que ya tienen todo, sino que también viene a disputar el valor de la sociedad que nosotros queremos vivir. Alienta la crueldad”, analizó.
Pepe Peralta, Secretario Adjunto de la Central en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, dijo: “esta experiencia es muy rica y seguramente se está replicando en muchos lados y eso nos llena de orgullo y de esperanza de que, como ha pasado otras veces, desde la clase trabajadora y desde el pueblo vamos a superar esta crisis y esperemos que salga con una alternativa real de poder del pueblo para gobernarnos por nosotros mismos y no depender de las instituciones que ya vienen fracasando gobierno tras gobierno”.
De cara a lo que sigue, Lorena Almirón planteó: “todo está en discusión y nuestra central tiene que servir hoy para esto, para permitir que nos podamos expresar y que podamos decir lo que pensamos abiertamente y poder seguir organizándonos. Esto no termina acá, esto es un comienzo, una continuidad de lo que venimos trabajando y tiene que servir para proyectar nuevos encuentros. Y tenemos por delante el 2 de octubre con la marcha educativa en defensa de la educación. Ahí tiene que también aparecer en defensa de los puestos de trabajo, contra el congelamiento de los salarios que venimos sufriendo. Es con organización, diversidad y acción unitaria con autonomía que salimos de esto”.
