Los Pumas transitan un momento histórico: ya les ganaron a los All Blacks, golearon a Australia, y ahora pudieron con los Springboks, bicampeones del mundo, obteniendo un triunfo en Santiago del Estero que les permitirá viajar a Sudáfrica con la ilusión y la chance matemática de seguir peleando por el Rugby Championship. Para ello deberán ganar con punto bonus y que su rival no sume uno defensivo.

Argentina comenzó errática y a una velocidad menos que su rival, que llegaba como líder invicto y que parecía decidido a llevarse del país su quinto triunfo consecutivo enfrentando a Los Pumas. Sin embargo, los 28.954 espectadores que colmaron el estadio Único Madre de Ciudades en tierra santiagueña vieron cómo el equipo de Felipe Contepomi lograba sintonizar su mejor versión y levantar un 17-0 que parecía irremontable.

Porque Sudáfrica había llegado a esa ventaja con mucha facilidad. Aphelele Fassi encontró un callejón y abrió la cuenta, que completó Handre Pollard con la conversión. Con la misma facilidad, Jesse Kriel se filtró y llegó al ingoal sin oposición. Pollard volvió a atinar a los palos en la conversión y minutos después repitió de penal. Parecía historia sellada.

A partir de ese momento, súbitamente, al igual que hace un par de semanas contra Australia, Los Pumas reaccionaron. Mateo Carreras logró apoyar después de una buena salida de Gonzalo Bertranou, que abrió para Santiago Chocobares, quien a su vez limpió el camino y cedió para el tucumano, que fue imparable.

Casi inmediatamente Sudáfrica se quedó con 14 por la amarilla que recibió Kurt Lee Arendse por un tackle alto a Carreras, y el equipo de Contepomi entendió que no podía desarovechar el momento. Eso sí, Albornoz falló con la patada y no pudo sacar provecho de la primera acción.

Pero la sensación era que los Pumas ya habían encendido sus motores. Pablo Matera sumó un try y Albornoz convirtió. En la siguente, después de la revisión del TMO, el árbitro Christophe Ridley dio por bueno el try de Joel Sclavi. Con una actitud notable, el equipo de Contepomi pasó el frente, aunque Albornoz -desde un ángulo muy complicado- falló la conversión.

De repente, los desorientados eran los sudafricanos. Argentina consiguió imponer las condiciones y después de trabajar mucho a metros del ingoal, Albornoz apoyó el cuarto try de Los Pumas y con su conversión mejoró la ventaja.

El partido se puso 26-17 para Argentina y el triunfo empezó a ser una posibilidad, a pesar de que Sudáfrica descontó con un try sobre el final del primer tiempo y se acercó a cuatro puntos, 26-22

Vale recordarlo, hasta esta tarde de alegría infinita en Santiago Los Pumas se habían enfrentado 36 veces contra los Sprinboks, con 32 derrotas, 1 empate y apenas tres triunfos. Pero la estadística está hecha para romperse.

Sudáfrica recuperó su intensidad recién cuando faltaban diez minutos para un final que terminaría siendo angustiante. Con dos penales, uno de Pollard y otro de Manie Libbok, pasaron al frente 26-28.

Los Pumas fueron por la heroica y fallaron un penal desde la mitad con el que querían recuperar la ventaja: el tiro de Cepillo Albornoz se fue afuera. Para empeorar las cosas se lesionó Marcos Kremer y Contepomi debió improvisar con Ignacio Ruiz cambiando su posición natural de hooker por la de ala.

Había tiempo para más emociones. Con un penal de Albornoz, Los Pumas lograron pasar al frente 29-28 en el marcador y los últimos minutos fueron vibrantes, defendiendo con lo que quedaba. Sin embargo, la película terminó con suspenso: Sudáfrica lo pudo ganar en la última con un penal que Libbok mandó a cualquier lado. Sólo restaba esperar el sonido de la chicharra para que Argentina disfrute un triunfo histórico y muy merecido.