El vocero presidencial de Argentina, Manuel Adorni, respondió este viernes a las declaraciones del Papa Francisco, quien había cuestionado el uso de gas pimienta por parte del gobierno durante una protesta por el veto a la reforma jubilatoria. Adorni afirmó que el gobierno respeta la opinión del Papa, pero no tiene por qué compartirla.
"Es la opinión del papa Francisco, que nosotros escuchamos y reflexionamos. No tenemos por qué compartir la visión que tiene sobre algunas cuestiones. El respeto es total. No hay mucho más para decir", dijo Adorni en una conferencia de prensa.
Las declaraciones del Papa Francisco se produjeron en un encuentro con el dirigente social Juan Grabois, donde el Sumo Pontífice mencionó un caso de corrupción en el gobierno argentino, aunque no precisó si se trataba de la gestión actual o la anterior.
El jefe de gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, Jorge Macri, también respondió a las críticas del Papa Francisco. Macri, quien se describe como alguien de fe, expresó que "para opinar de estas cosas uno tiene que estar acá, entender lo que está pasando, tener en cuenta todas las variables en juego y no hacer un reduccionismo de un hecho o escuchar una sola campana".
"No quiero entrar en una discusión con el Papa; de estos temas es bueno escuchar todas las campanas, no hacer reduccionismo, entender que estamos administrando una situación compleja y difícil, un momento difícil de la Argentina", dijo Macri.
El conflicto entre el gobierno argentino y el Papa Francisco se suma a las tensiones políticas que se viven en el país tras el veto presidencial a la ley de movilidad jubilatoria, que generó una ola de protestas.