En un partido donde el Atlético de Madrid logró una emocionante victoria contra el RB Leipzig en la Champions League, hubo un momento que robó la atención: la sustitución de Rodrigo De Paul. El mediocampista argentino, quien venía de un gran desempeño en el triunfo ante el Valencia, fue reemplazado por Conor Gallagher al minuto 62, cuando el marcador estaba empatado 1-1. Y fue en ese momento que una parte de la afición del Atlético reaccionó con silbidos, un gesto que generó sorpresa y polémica.

Si bien el Atlético terminó ganando 2-1 gracias a un gol agónico de José María Giménez, el cambio de De Paul desató un debate entre los fanáticos. Algunos argumentaron que los silbidos no se debieron a su rendimiento en el partido, sino a la manera en la que el jugador se retiró del campo. En redes sociales, varios comentarios señalaron que De Paul “perdió el tiempo” saliendo lentamente, lo que, según algunos, restó velocidad a la búsqueda del triunfo del Atlético.

Otros fanáticos defendieron a De Paul, resaltando su buen desempeño en el partido y argumentando que la reacción negativa de algunos hinchas fue exagerada. De Paul, por su parte, no pareció prestarle atención a los silbidos y se limitó a sentarse en el banquillo de suplentes. El técnico Diego Simeone, en conferencia de prensa, restó importancia al tema y dijo no haber escuchado nada.

Este episodio pone de manifiesto la pasión y la exigencia de los hinchas del Atlético de Madrid, quienes siempre buscan la victoria y no dudan en expresar su descontento cuando algo no les parece adecuado. La polémica por la salida de De Paul demuestra que en el fútbol, a veces, los detalles más pequeños pueden generar grandes reacciones.