Estudiantes de La Plata y Platense protagonizaron un encuentro lleno de emociones y polémica en el Estadio UNO. Si bien el Pincha mereció más, un arbitraje discutible le negó la victoria y tuvo que conformarse con un empate 1-1. El Calamar se puso en ventaja a los dos minutos con un golazo de Mateo Pellegrino, pero Santiago Ascacíbar empató sobre el final del primer tiempo.

El partido comenzó con un Platense muy incisivo que sorprendió a Estudiantes con un gol tempranero. Pellegrino, quien le convirtió dos goles a su ex club en menos de seis meses, se armó una jugada individual que terminó con un remate cruzado al poste izquierdo de Matías Mansilla.

Con el resultado a favor, Platense se replegó y le hizo la vida imposible a un Estudiantes que durante los primeros 35 minutos lució desdibujado. El técnico Eduardo Domínguez, frustrado por el desempeño de su equipo, decidió sacar a Pablo Piatti a los 33 minutos e introducir a Edwin Cetré, quien entró con mucha intensidad. Tras el ingreso del colombiano, los locales comenzaron a ser más incisivos y encontraron el empate gracias a Ascacíbar, quien apareció dentro del área chica del Calamar para definir sobre el final del primer tiempo.

En el complemento, Estudiantes salió a buscar los tres puntos y tuvo varias oportunidades para quedarse con la victoria. Sin embargo, el travesaño se interpuso en el camino del Ruso Ascacíbar y luego de Guido Carrillo. Pero la bronca en La Plata se concentró en el árbitro Nicolás Ramírez, quien le anuló un gol legítimo a Estudiantes por una falta que no pareció ser de Lollo sobre Schor. El central cabeceó contra el palo izquierdo de Cozzani para poner el 2-1, pero el juez lo anuló por una supuesta falta sobre Schor, que pareció caerse solo ante un contacto lógico de un deporte de fricción. La polémica sobre la decisión de Ramírez se extendió a lo largo del partido, convirtiéndolo en el foco de atención.

A pesar de la injusticia del resultado, Estudiantes mostró un mejor rendimiento en el segundo tiempo, mientras que Platense se aferró al empate con uñas y dientes. El Calamar sufrió mucho atrás, con dos tiros en el travesaño, un gol anulado, una gran tapada de Cozzani y un sinfín de centros que pusieron en riesgo la chance de sumar un punto. Finalmente, el equipo de la dupla Orsi-Gómez aguantó hasta el cierre y se abrazó a una igualdad que le permitió sumar un punto importante en su visita a La Plata.

Estudiantes deberá seguir trabajando para recuperar la confianza, mientras que Platense buscará volver a encausar su presente como local en Vicente López.