En un mundo donde la realidad y la ficción se mezclan cada vez más, un grupo de periodistas argentinos reconocidos por su trabajo en el ámbito informativo se ha animado a cruzar el puente hacia la narrativa, dejando su huella en el mundo de la literatura. Luis Novaresio, Florencia Etcheves, Hugo Alconada Mon y Cristina Pérez, nombres que resuenan en el periodismo local, han encontrado en la ficción una nueva forma de explorar sus intereses, de experimentar con las palabras y de contar historias desde otra perspectiva.
Para Luis Novaresio, la transición del periodismo a la literatura de ficción no es solo un cambio de formato, sino un acto de exploración personal y filosófica que revela las sutilezas y complejidades de estos dos mundos. Su novela Todo por amor pero no todo (Alfaguara) es una prueba de ello. A través de la historia de un grupo de personajes que se enfrentan a las complejidades del amor y la existencia, Novaresio explora las preguntas filosóficas que siempre lo han intrigado, invitando al lector a reflexionar sobre su propia vida.
Florencia Etcheves, periodista especializada en policiales, utiliza su experiencia como una caja de herramientas para construir sus novelas. Sus historias, como La virgen en tus ojos, La hija del campeón y Cornelia (todos en Planeta), se sumergen en el mundo del thriller y del policial, con un realismo que proviene de su trabajo periodístico. “Los lugares donde estuve, los testimonios que escuché, los olores, los ruidos, las sensaciones… Todo eso está dentro de mi cabeza y me ayuda a la hora de concretar dentro de mi escritura de ficción”, comenta Etcheves.
Hugo Alconada Mon, con su mirada investigativa y meticulosa, se adentra en la narrativa histórica y policial con su libro La ciudad de hierro (Planeta). La trama, ambientada en los últimos 20 años del siglo XIX en Argentina, retrata un período crucial en la formación del país. Alconada Mon no solo se nutre de archivos históricos, sino que visita los lugares, conversa con los descendientes y se adentra en la época, sumergiéndose en la investigación para dar vida a sus personajes y a su relato.
Cristina Pérez, periodista y escritora, ve la literatura como un complemento enriquecedor para el periodismo. En su novela Tiempo de renacer, utiliza la ficción para explorar las lagunas que la historia deja en biografías incompletas. “La literatura me ayuda a construir una narrativa periodística más rica en vocabulario, estilo y originalidad. Como en aquel clásico de Tom Wolfe, El Nuevo Periodismo, el escritor puede poner al servicio de la verdad con las técnicas de la ficción. Se puede escribir bonito aunque uno se dedique a las urgencias de la información”, afirma Pérez.
Estos ejemplos demuestran que el periodismo y la ficción no son mundos separados, sino que pueden complementarse y enriquecerse mutuamente. La pasión por contar historias, por investigar la verdad y por explorar las complejidades del ser humano es un hilo conductor que une a estos periodistas con sus alter egos literarios, creando un diálogo fascinante entre la realidad y la imaginación.