Esta mañana, en las instalaciones del Departamento de Estudios Históricos Navales (DEHN), conocido como Casa Amarilla y ubicado en el Barrio de La Boca, se llevó a cabo una ceremonia por el Día del Bibliotecario, donde se inauguró además una alegoría homenaje del artista Carlos Martínez.
La ceremonia fue presidida por el Director de Relaciones Institucionales de la Armada, Capitán de Navío Jorge Javier Raimondo, quien estuvo acompañado por la Directora de Gestión Cultural del Ministerio de Defensa, Valentina Melhem. Participaron además autoridades militares, civiles y personal de la Armada, quienes se congregaron para reconocer la labor de los bibliotecarios de la Institución.
Luego de entonar las estrofas del Himno Nacional Argentino, la Jefe del DEHN, Capitán de Corbeta Stella Maris Guaymás, brindó unas palabras alusivas, en la que destacó que “el señor Carlos Franco Martínez, autor de esta alegoría, ha plasmado su idea en un libro abierto que deja asomar de entre sus hojas una pequeña nave de vela color plata, tal como ilumina la luna a los bibliotecarios en sus sueños de letras y papel. Una cadena une al libro y su nave a un timón, que es a su vez una rosa de los vientos, símbolo de orientación y fuerza. Todo en conjunto representa el avance”, explicó el Capitán Guaymás y agregó que este testimonio simbólico “revaloriza la actividad de los profesionales de la información que asisten a las autoridades, investigadores, historiadores y demás usuarios interesados en temas de Historia Naval y Marítima”.
Finalizada la alocución, el Capitán Raymondo junto a la Bibliotecaria de la Institución, Marta Pupín, descubrieron la placa conmemorativa de la escultura realizada por Martínez, tras lo cual el propio Capitán Raymondo, ahora junto a la Directora Melhem, entregaron un certificado de reconocimiento al escultor. Para finalizar, la Banda de Música del Estado Mayor General de la Armada interpretó la Marcha de la Armada.
Día Nacional del Bibliotecario
Fue instituido en 1954 mediante el Decreto Presidencial Nº 17.650, manteniendo lo establecido en el congreso profesional reunido en Santiago del Estero en 1942. Su fundamento se encuentra en la «Gazeta de Buenos Aires» del 13 de septiembre de 1810, periódico fundado por Mariano Moreno.
La idea precursora promovida por Moreno, fue consolidada con la creación de la primera Unidad de Información, conformando así la Biblioteca Pública de Buenos Aires. Sus Directores, Saturnino Segurola y Fray Cayetano Rodríguez, son considerados los pioneros bibliotecarios de nuestra Nación, cuya principal labor fue la promoción de la igualdad de oportunidades, la posibilidad de instrumentar la movilidad social y la instrucción pública para todos.
La Armada Argentina, desde la creación de la Biblioteca Nacional de Marina en 1913, y la Biblioteca del Departamento de Estudios Históricos Navales en 1957, entre otras tantas, acompañan los progresos institucionales incorporando la información digital a su tradicional acervo bibliográfico.
Actualmente, las necesidades informacionales de los usuarios requieren de respuestas rápidas, efectivas y pertinentes, teniendo en cuenta la gran cantidad de fuentes disponibles en diferentes formatos, lo que pone de manifiesto hoy, más que nunca, la importancia de la profesión.
Desde hace 214 años, las bibliotecas son entidades concebidas para cobijar la libertad de pensamiento y conservar la memoria nacional. Las Fuerzas Armadas y de Seguridad, cuentan con bibliotecas en toda la extensión del país, y en cada una de ellas el profesional bibliotecario se constituye en intermediario clave entre la información y los usuarios, colaborando de manera comprometida en su desarrollo social, académico, profesional e intelectual.
