El hijo de Steve McQueen y villano de Karate Kid, Chad McQueen, murió a los 63 años
El actor Chad McQueen, reconocido por su papel como el malvado Dutch en la película Karate Kid, falleció este miércoles en Palm Springs, California. Tenía 63 años y la causa de su muerte aún no se ha revelado.
Su familia confirmó la noticia a través de un comunicado, en el que recordaron su trayectoria como actor y su pasión por el automovilismo, una pasión que heredó de su padre, el legendario Steve McQueen.
“Con gran pesar anunciamos el fallecimiento de nuestro padre, Chad McQueen. Su notable trayectoria como padre amoroso para nosotros, junto con su compromiso inquebrantable con nuestra madre, verdaderamente ejemplificaron una vida llena de amor y dedicación”, aseguraron en el texto.
“Su pasión por las carreras no solo destacó su talento excepcional, sino que también sirvió como una forma de honrar el legado de su padre, un testimonio de los valores inculcados en él. Él nos transmitió su pasión, conocimiento y dedicación, y continuaremos no solo su legado, sino también el de nuestro abuelo. Como familia, debemos atravesar este momento difícil y pedimos amablemente privacidad mientras recordamos y celebramos su extraordinaria vida”, remarcaron.
Chad McQueen, el villano de Karate Kid
Chad McQueen fue conocido por interpretar a Dutch, el amigo de Johnny Lawrence (William Zabka) en Karate Kid, una película que se convirtió en un clásico del cine de los 80.
Su personaje, un miembro del despiadado dojo Cobra Kai, se caracterizó por su actitud arrogante y despiadada, especialmente hacia Daniel LaRusso (Ralph Macchio), el protagonista de la historia.
Aunque también participó en la secuela Karate Kid II, McQueen no tuvo una carrera cinematográfica tan extensa como la de su padre. Sin embargo, su papel en la película lo convirtió en un ícono de la cultura pop de los 80.
Una pasión heredada: el automovilismo
Chad McQueen heredó la pasión por el automovilismo de su padre, Steve McQueen, quien fue un famoso piloto de carreras.
McQueen tuvo una exitosa carrera como piloto profesional, compitiendo en eventos como las 24 Horas de Le Mans y las 12 Horas de Sebring. Incluso fundó su propia compañía de automóviles y motocicletas, McQueen Racing, en la que continuó el legado familiar de pasión por los autos.
En 2006, McQueen sufrió un accidente casi fatal mientras practicaba para el evento Rolex 24 del Daytona International Speedway. Aunque finalmente se recuperó, el accidente terminó con su carrera profesional como piloto.
A pesar de la pérdida, Chad McQueen continuó involucrado en el mundo del automovilismo a través de su empresa y otros emprendimientos.
Su muerte ha conmocionado al mundo del cine y del automovilismo, y ha dejado una profunda huella en sus seguidores. La familia McQueen ha pedido privacidad en este momento tan difícil.
Descanse en paz, Chad McQueen.