El Día del Profesor en Argentina se celebra cada 17 de septiembre en homenaje a José Manuel Estrada, un destacado intelectual, educador, escritor y político argentino que dejó una profunda huella en la historia de la educación del país. Esta fecha se distingue del Día del Maestro, celebrado el 11 de septiembre en honor a Domingo Faustino Sarmiento.
José Manuel Estrada, nacido el 13 de julio de 1842 en Buenos Aires, fue un ferviente defensor de la educación pública y de la libertad de cátedra. Se destacó como profesor en diversas instituciones y llegó a ser rector del Colegio Nacional de Buenos Aires. Su visión de la educación como una herramienta fundamental para la libertad y el progreso lo convirtió en un referente para la docencia secundaria y universitaria en Argentina.
Estrada fue también autor de varias obras sobre educación, historia y política argentina, como El catolicismo y la democracia (1862) y el Ensayo histórico sobre la revolución de los comuneros del Paraguay en el siglo XVIII (1865).
El legado de Estrada en la educación argentina
El impacto de Estrada en la educación argentina fue tal que, incluso tras ser destituido de sus cargos en 1884, sus alumnos mostraron un gran revuelo social en su defensa. Muchos se acercaron a su casa para homenajearlo y agradecerle por su compromiso con la enseñanza.
Estrada también tuvo un estrecho vínculo con Domingo Faustino Sarmiento, quien reconoció la calidad de sus enseñanzas. "Del joven Estrada he gustado mucho de sus lecturas sobre historia", expresó Sarmiento sobre el curso que Estrada realizó en la Escuela Normal de Profesores. Este reconocimiento por parte de uno de los próceres de la educación argentina resalta aún más la importancia de Estrada en la historia educativa del país.
Cada 17 de septiembre, los profesores en Argentina no sólo celebran su día, sino que también recuerdan y reflexionan sobre el legado de José Manuel Estrada. Este día invita a renovar el compromiso con la educación, a valorar el rol del docente como transmisor de conocimientos y valores, y a seguir defendiendo la libertad de cátedra que Estrada promovió durante toda su vida.