México: Reforma judicial aprobada en medio de protestas y polémica
La madrugada del miércoles 11 de septiembre de 2024, el Senado de México aprobó una controvertida reforma al Poder Judicial, tras una sesión marcada por protestas, tensiones y la irrupción de manifestantes. La iniciativa, impulsada por el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO), propone que los jueces, magistrados y ministros sean elegidos por voto popular, un cambio que ha desatado una fuerte polémica y ha generado preocupación entre sectores de la sociedad, expertos y organizaciones internacionales.
La aprobación de la reforma, que todavía debe ser ratificada por las legislaturas de 17 de los 32 estados del país, se produjo tras un intenso debate en el Senado, donde el partido oficialista Morena logró reunir los votos necesarios, incluyendo el decisivo de Miguel Ángel Yunes Márquez, un senador del opositor PAN que se sumó a la iniciativa tras solicitar una licencia por motivos de salud.
Protestas y tensión: una noche convulsa en el Senado
La sesión del Senado se vio interrumpida por la irrupción de manifestantes, quienes se oponen a la reforma argumentando que pone en riesgo la independencia judicial y la democracia mexicana. La situación se tornó tensa, con enfrentamientos entre manifestantes y agentes de seguridad, e incluso un trabajador del Senado resultó herido. Los manifestantes, que llevaban días acampando frente al recinto legislativo, ingresaron a la explanada principal, subieron al segundo piso y finalmente accedieron al salón de plenos, donde los senadores debatían la reforma.
La violencia y la tensión que se vivieron en el Senado reflejan la profunda división que existe en México sobre esta reforma, que ha generado un debate intenso sobre el futuro del sistema judicial del país.
¿Qué implica la reforma judicial?
La reforma judicial impulsada por AMLO busca, entre otras cosas, cambiar la forma en que se eligen a los jueces, magistrados y ministros, pasando de un sistema de selección por parte de un consejo judicial a un sistema de elección popular.
El objetivo del gobierno mexicano es combatir la corrupción y la impunidad dentro del sistema judicial, pero los críticos de la reforma argumentan que esta medida podría politizar el Poder Judicial y poner en riesgo su independencia. También señalan que la elección popular de jueces podría facilitar la influencia de grupos de presión y de intereses políticos en las decisiones judiciales, lo que podría afectar negativamente la imparcialidad y la justicia en el país.
Reacciones y consecuencias
La reforma judicial ha generado reacciones diversas. Mientras que AMLO y sus partidarios la consideran un paso fundamental para combatir la corrupción y fortalecer la democracia, los opositores la ven como una amenaza para la independencia judicial y la separación de poderes.
Organizaciones internacionales como Human Rights Watch también han expresado su preocupación por la reforma, advirtiendo que podría debilitar el sistema de justicia mexicano y dificultar la protección de los derechos humanos.
La reforma judicial es un tema complejo que tendrá un impacto significativo en el sistema jurídico mexicano. La aprobación de la reforma ha generado un debate intenso y ha puesto de manifiesto las profundas divisiones que existen en el país sobre el futuro del Poder Judicial. Queda por ver cómo se desarrollarán los eventos en los próximos meses y cuáles serán las consecuencias de esta reforma para la justicia y la democracia en México.
