Uruguay de Bielsa: Doble fecha con pólvora mojada y un empate agónico ante Venezuela
La selección uruguaya dirigida por Marcelo Bielsa no pudo convertir goles en su doble fecha de Eliminatorias Sudamericanas, mostrando un juego ineficaz y dificultades para encontrar el camino al gol. Si bien logró un valioso empate 0-0 ante Venezuela en Maturín, la Celeste dejó una sensación de frustración y preocupación por su falta de contundencia.
En un partido marcado por la lluvia y la dificultad del campo, Uruguay se mostró impreciso en ataque y dependió en gran medida de las intervenciones del arquero Sergio Rochet, quien se erigió como figura al contener varias oportunidades claras de gol del combinado venezolano. La Vinotinto, a pesar de su derrota contundente ante Bolivia en la jornada previa, mostró una mejoría notable y mereció quedarse con la victoria.
La falta de gol, un problema que viene aquejando a la Celeste desde hace varios partidos, se convirtió en un factor determinante en el resultado final. El equipo de Bielsa no ha podido encontrar un estilo de juego claro y efectivo, y la ausencia de Luis Suárez, quien se retiró de la selección, se ha hecho sentir en el ataque.
El empate, si bien no significa una derrota, genera una sensación de inquietud en el ambiente uruguayo. La Celeste se mantiene en la zona de clasificación al Mundial 2026, pero necesita mejorar su rendimiento y encontrar soluciones para su falta de gol si quiere competir con las grandes potencias del continente.
En los próximos partidos, Bielsa deberá trabajar en la búsqueda de un sistema de juego que le permita a su equipo ser más efectivo en ataque. La presión sobre el entrenador argentino aumenta, y la expectativa de los hinchas uruguayos es que la Celeste retome el camino del éxito y se consolide como un equipo protagonista en las Eliminatorias Sudamericanas.
La próxima prueba para Uruguay será un encuentro crucial ante Argentina, en un partido que se espera sea un verdadero clásico. La Celeste deberá demostrar un mejor nivel para poder competirle de igual a igual al equipo de Lionel Scaloni.