Escándalo Boca - Talleres: ¿VAR hasta en los vestuarios?

El partido entre Boca y Talleres por Copa Argentina no solo dejó un resultado deportivo, sino también una polémica que sacude al fútbol argentino. La discusión sobre la falta de VAR en el torneo, que ya venía instalada, se vio intensificada por las acusaciones cruzadas de agresión física y amenazas con armas entre el árbitro Andrés Merlos y el presidente de Talleres, Andrés Fassi. **¿Qué sucedió?** Tras el final del partido, Fassi se dirigió a la zona mixta para reclamarle a Merlos por su actuación. Según la versión del dirigente, el árbitro lo golpeó con un puñetazo en la cara y le dio una patada al vicepresidente del club. Por su parte, Merlos declaró que Fassi ingresó al vestuario, lo amenazó de muerte y que uno de los acompañantes del presidente tenía un arma. **Dos versiones, un escándalo gravísimo** Independientemente de la verdad, el hecho es de una gravedad institucional innegable. Si un árbitro agredió a un presidente, debe ser sancionado con la máxima severidad. Si un presidente amenazó con un arma a un juez, debe ser juzgado con la máxima sanción. No hay espacio para medias tintas, la justicia debe actuar con firmeza. **¿Qué consecuencias tendrá?** El caso se encuentra en manos de la AFA, que deberá investigar a fondo las acusaciones. Se espera que se cite a testigos, se evalúe la evidencia disponible y se tome una decisión justa y transparente. Las consecuencias para ambos protagonistas serán severas, sin importar quién tenga la razón. **¿Es necesario el VAR en todos los partidos?** La falta de VAR en la Copa Argentina es un debate que se intensifica con este escándalo. Si bien el VAR no es una solución mágica, puede ayudar a evitar este tipo de situaciones, incluso en los vestuarios. La tecnología es una herramienta fundamental para mejorar la transparencia y la justicia en el fútbol, y es hora de que se implemente en todos los torneos. **El fútbol argentino en crisis** Este escándalo es solo el último de una serie de eventos que ponen en evidencia la crisis institucional que atraviesa el fútbol argentino. La falta de profesionalidad, la violencia y la impunidad son problemas que deben combatirse con decisión. Si no se toman medidas drásticas, el futuro del fútbol argentino se ve sombrío. Es hora de que los protagonistas del fútbol argentino actúen con responsabilidad y compromiso. El deporte debe ser un espacio de sana competencia y no un escenario de violencia.