El mundo de la música despide a una leyenda. El pianista, compositor y arreglista brasileño Sergio Mendes, reconocido mundialmente por su contribución a la bossa nova, falleció a los 83 años. Su partida deja un vacío en la escena musical global, pero también un legado imborrable que inspiró a generaciones de músicos y marcó la historia de la música brasileña.

Su éxito "Más que nada" fue uno de los primeros temas en portugués en conquistar las listas de éxitos de Estados Unidos en la década de los 60, catapultando la bossa nova a un escenario internacional. Esta canción, con su ritmo contagioso y su melodía cautivadora, se convirtió en un himno de la música brasileña y en un sello distintivo del estilo de Mendes. En 2006, una versión moderna del tema, interpretada por Black Eyed Peas, volvió a escalar las listas, demostrando la vigencia y el impacto perdurable de la obra de Mendes.

Mendes no solo popularizó la bossa nova, sino que también se convirtió en un puente entre la música brasileña y la escena internacional. Su colaboración con artistas como Stevie Wonder, Justin Timberlake y los Black Eyed Peas, y su producción de discos para el legendario futbolista Pelé, son ejemplos de su capacidad para fusionar distintos géneros y culturas musicales.

Su legado se extiende más allá de su música. Mendes fue un promotor incansable de la cultura brasileña y un embajador de la bossa nova en el mundo. Su música, llena de ritmo, alegría y melodías cautivadoras, se convirtió en un símbolo de la riqueza cultural de Brasil y en una fuente de inspiración para músicos de todas las latitudes.

La partida de Sergio Mendes deja un vacío en la música mundial. Sin embargo, su legado como uno de los embajadores de la bossa nova y su influencia en la escena musical global perdurarán por generaciones. Su música seguirá cautivando a miles de personas en todo el mundo, recordándonos la belleza, la alegría y la riqueza cultural de la bossa nova.